Iván Gómez
Periodista
Las elecciones más desiguales de Andalucía. David contra Goliat, con mucho que ganar y poco que perder para ambos partidos. Uno ya ha tocado fondo, el otro parece no tener techo. Almería fue una de las provincias del país que más castigó al socialismo el pasado 22 de mayo en las municipales y todo apunta a que la ventaja del Partido Popular el próximo domingo será cuanto menos de dos escaños en el Congreso de los Diputados.
Tras dos escisiones y una travesía por el desierto, la formación que lidera el hermano mayor de Arenas, tal y como definen en el seno popular al incombustible Gabriel Amat, sueña con un quinto diputado que sería histórico, al dejar al PSOE en solo un escaño, e invirtiendo por completo el contundente cuatro a uno (sólo un veintitrés por ciento de apoyos para la candidatura de Alianza Popular) de las elecciones generales de 1982 y 1989. Es el récord a batir que sí entraría en las expectativas de los populares almerienses y que de momento solo se plasma en sus propias encuestas. El fenómeno bandwagon (subirse al carro del ganador) parece dominar la conducta de los votantes de cara al 20-N, las elecciones más tristes de la historia, y en Almería se respira desde hace meses el perfume fin de siècle.
Según el último sondeo de opinión que ha elaborado recientemente CIS, el resultado en la provincia será de dos diputados para el PSOE y cuatro para el PP. Los socialistas de la provincia de Almería, después de casi quince años en manos del Clan de Cuevas (Diego Asensio y Martín Soler), viven sus primeras elecciones en manos de una renovada dirección, interina hasta el congreso que se celebrará en los próximos meses, pero con la ilusión y vitalidad de haber iniciado su propio cambio. El nuevo secretario general del PSOE de Almería, José Luis Sánchez Teruel, ha sabido rodearse de un equipo de personas capacitadas que permanecían en un segundo plano por sus discrepancias con la anterior dirección socialista. Más de 3.000 voluntarios a tiempo completo y medio millar de actos desde la convocatoria electoral son sus credenciales para tratar de iniciar la remontada apelando a la movilización de la militancia dormida durante los últimos años en la provincia.
En la provincia de Almería están llamadas a las urnas 469.565 personas, de las que 29.114 se encuentran en el extranjero y se ha registrado un aumento de 19.665 electores en relación a las generales y autonómicas del 9 de marzo de 2008. Del total de los votantes, 24.490 almerienses podrán ejercer el derecho al sufragio por primera vez en unas elecciones generales (no lo hicieron en las de hace cuatro años) y 3.213 se incorporan a las votaciones al cumplir la mayoría de edad después de las municipales de mayo. Las aspiraciones del PSOE pasan por mantener sus tres escaños en la Cámara Baja, una misión casi imposible.
Las cuentas del Senado son claras. El Partido Popular mantendrá los tres escaños ya cosechados en los comicios de 2008 y nuevamente dejará a los socialistas en sólo uno al que aspira uno de los hombres claves en el renovado PSOE: Juan Carlos Pérez Navas, secretario de Organización y actual número dos de la formación almeriense. La campaña más austera, pero rica en medios humanos, se ha centrado casi exclusivamente en los 74.679 parados de Almería y en la nefasta defensa del campo como argumentario de los populares y en la vacilación del proyecto de Rajoy sobre el trasvase del Ebro al sur del país y los recortes sociales que vienen aplicando las regiones en las que gobierna el PP (principalmente Castilla-La Mancha, Madrid y Comunidad Valenciana) por parte de los dirigentes socialistas.
Precisamente hoy, el PSOE de Almería contará con la presencia no programada de su candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, y en los próximos días con la de Griñán, para hacer frente al vendaval del cambio que, según Javier Arenas, soplará desde la provincia más oriental, por la que concurrirá a las elecciones andaluzas, hacia el resto de la comunidad autónoma.
Ninguno de los líderes del PP ha hecho escala en Almería durante la campaña, posiblemente por ser una de las provincias del país en la que los votantes de la izquierda perdieron antes el miedo al triunfo de los populares. La mitad de actos públicos y sectoriales han bastado a la dirección provincial del Partido Popular para confiar en sus mejores resultados. En las generales de hace cuatro años ya estuvieron a punto de convertir el actual empate a tres diputados en un rotundo cuatro a dos.
Tres años más tarde, las gaviotas han logrado cubrir casi todo el mapa provincial en las municipales del 22 de mayo y se recuperó la diputación, tras dos legislaturas en manos del PAL del imputado Juan Enciso y PSOE, siendo la mejor herramienta de los populares para llevar a todos los pueblos el mensaje de Rajoy. El PP ha incorporado a sus listas al Senado a uno de sus alcaldes más votados del país, el de la capital, y mantiene a su tándem Hernando-Matarí en las del Congreso. En cuanto al resto de formaciones, Izquierda Unida, con su candidato Rodrigo González a la Cámara Baja volverá a tener peso en las votaciones, pero no el suficiente para alcanzar el escaño. También se quedarán sin representación los candidatos de UPyD, una de las formaciones más activas durante la campaña electoral, y otros partidos que concurren por primera vez en la provincia como Equo.
EL DUELO
Consuelo Rumí (PSOE). Sindicalista y maestra, al amparo de Zapatero después de legislatura y media al frente de las políticas de inmigración, Consuelo Rumí fue la elegida por su amigo José Luis Rodríguez Zapatero para asumir la Secretaría de Estado de la Función Pública y llevar a cabo en plena crisis el tijeretazo a los funcionarios.Maestra de escuela, sindicalista de vocación y licenciada en Psicología es uno de los baluartes de la nueva dirección del PSOE de Almería para remontar el vuelo y de ahí que haya sido la elegida, tras años en un segundo plano, para liderar la candidatura al Congreso.
Rafael Hernando (PP). Nacido en Guadalajara en 1961, Hernando aterrizó forzosamente en la provincia a principios de los noventa con el objetivo de ayudar a un partido que no atravesaba su mejor momento en la provincia. Se ha convertido en el diputado almeriense con más años de experiencia, de hecho va camino de la sexta legislatura, y en el que más iniciativas promueve. Polémico, batallador e infatigable, fue uno de los pilares del Gobierno de José María Aznar y al que recurrió Mariano Rajoy, a pesar de sus diferencias, cuando había que dar la cara por el caso Gürtel en las tertulias de los medios de comunicación. Es abogado y tiene tres hijos.
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