Chulería y manipulación

José María Ortega
Exdelegado de Cultura de la Junta de Andalucía

Ya conocíamos la locuacidad del señor González Pons, vicesecretario y Portavoz del Partido Popular; pero, al menos yo, ignoraba que fuese experto en Psicología, concretamente en el campo de la investigación psicométrica. Por lo que declaró recientemente, ha ideado un test que averigua el cociente intelectual, con una fiabilidad y una rapidez pasmosas. No necesita aplicar baterías de  pruebas complicadas para evaluar las ocho habilidades que Gardner atribuye a la inteligencia.  Unidas todas las aportaciones históricas de Binet, Terman, Rorscharch y Wechsler a la psicometría, apenas son una minucia frente a un descubrimiento tan eficaz.

Su novedosa prueba consiste en colocar una papeleta del PP y otra del PSOE junto a una urna. La elección del ciudadano que vota nos dará automáticamente su  calificación dentro de una escala especial de inteligencia. En la escala normal son siete los niveles, desde el débil profundo (CI menor de 30) hasta el superdotado (más de 140). Pues bien, en la escala de Pons sólo figuran los dos niveles extremos: el débil profundo, que él, con su gracejo habitual, llama idiota, y el superdotado. Si el ciudadano vota al PSOE, está claro, es idiota y si se decide por el PP, un superdotado. Este hombre merece el premio Nobel.

Lo curioso es que, a última hora, ha surgido otra lumbrera psicológica, por el extremo opuesto, confirmando que son ‘torpes los votantes del PSOE’. Se trata nada menos que del eminente Diego Valderas, líder de IU, que de nuevo coincide con Pons en sus intereses anti PSOE.

La última idiotez del Gobierno de Zapatero, votado por idiotas, ha sido conseguir que Arabia Saudí haya adjudicado a empresas españolas el macroproyecto de 6.500.000.000 € para la construcción y el mantenimiento del AVE que irá en su moderna héjira de Medina a La Meca. Lo extraño es que estos idiotas le han ganado la puja al gobierno francés de Sarcozy que, al ser de derechas, debe tener un cociente intelectual muchísimo más elevado.

Ahora, en serio, que el portavoz y responsable de comunicación de un partido que intenta gobernar tilde de idiotas a los millones de votantes de otro partido, que además gobierna, indica  altanería y desprecio a quien no está en su onda. En su artículo El mal estilo, con la agudeza y el rigor que le caracterizan, el periodista Kayros califica muy acertadamente de “chulería” la actitud de Pons e incluso llega a escribir: “Cuando decimos que la derecha da miedo a veces, no es un topicazo”. Lo peor es que no ha sido esta la única vez que este portavoz lenguaraz ha mostrado sus dotes chulescas.

Claro que en chulerías no está sólo. Su jefe de filas, Rajoy, se ha comprometido en Galicia a “devolver a los españoles la felicidad”. Ahí queda eso. ¿Hay quien dé más?

En cuanto a manipulación, el doctorado 'cum laude' lo ha conseguido doña Ana Mato, vicesecretaria de organización del PP, con sus recientes declaraciones sobre el 'paupérrimo' estado de la Educación en Andalucía por culpa de su gobierno socialista. Hay que ser ignorante y malintencionada para decir que los alumnos andaluces se encuentran tan  mal atendidos por la Junta que tienen que sentarse en el suelo por carecer de sillas. Muestra una fotografía con un grupo de pequeños sentados, efectivamente, en el suelo. Pero lo que no dice, y aquí está la manipulación, es que se trataba de una sesión de narrativa infantil, en la que la profesora hace de cuentacuentos y coloca a los niños en semicírculo, sentados en el suelo, para crear un ambiente de mayor intimidad y participación.

Esta señora la tiene tomada con la enseñanza pública en Andalucía. Ya en 2008 declaró que ”los niños andaluces son prácticamente analfabetos”. Tiene la desfachatez de criticar la gestión educativa del Gobierno andaluz, cuando es el único de todas las comunidades que, a pesar de la crisis,  al considerar prioritaria la enseñanza pública, ha incrementado su presupuesto  para el próximo curso en 42 millones de euros (680 nuevos docentes), mientras que en las comunidades en que gobierna el PP se ha reducido. No hay más que observar las protestas que el profesorado y los padres de alumnos están llevando a cabo en ellas.

Con la limitación intelectual que corresponde a mi idiotez, pienso que la chulería y la manipulación son actitudes propias  de quien ostenta el poder, al tener más posibilidades de ejercitarlas. Si el PP, estando en la oposición, las practica con tanta intensidad, ¿qué niveles alcanzará  el día en que consiga el Gobierno?

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