La Almería extraña de Alberto Cerezuela

Evaristo Martínez
Periodista

Ha mirado a los ojos de la Almería oculta en dos obras y ahora ha vuelto a dejarse seducir por el atractivo de lo desconocido en su nuevo libro, con el que cierra una etapa y deja paso a nuevos peregrinos de la duda. Alberto Cerezuela (Almería, 1982) publica mañana La Almería extraña (Círculo Rojo), título con el que dibuja a lo largo de trece escalas un inquietante mapa del misterio en la provincia. “Es el libro que siempre he querido hacer, con misterios novedosos, con mucha información y abundantes fotografías”, explica el joven investigador, escritor y editor.

La elección del número de capítulos no es casual (“dicen que trae mal fario aunque a mí me ha dado suerte”) como tampoco lo es el título, tributo a tres de sus maestros. “El libro La España extraña, de Javier Sierra y Jesús Callejo, es uno de mis preferidos, toda una guía. De forma novedosa recorrieron el país buscando leyendas, tradiciones y misterios. Por ejemplo, son los primeros en acuñar el término de ‘luces populares’. Y otro que me marcó fue El paraíso maldito, de Íker Jiménez, gran trabajo de reporterismo que realizó en Las Hurdes a través, sobre todo, de testimonios de testigos directos. La estructura de La Almería extraña y la forma de trabajar (entrevistar grabadora en mano y mochila al hombro) es un homenaje a lo que él hizo”. De hecho, el propio Íker Jiménez, con el que colabora en Cuarto milenio, ha accedido a firmar el prólogo.

Entre el cielo y el suelo
A lo largo de casi trescientas páginas, Cerezuela se mueve entre las historias de tintes sobrenaturales, los retratos costumbristas de personajes de leyenda y los crímenes que hicieron correr ríos de tinta en las páginas de sucesos de los diarios de la época. Así, La Almería extraña baja hasta los refugios de la Guerra Civil en la capital para dar voz a algunos trabajadores y extrabajadores. “Hablan de experiencias extrañas cuando todo está cerrado. Tengo tres testimonios que me hablan de una muchacha de blanco que sale del quirófano y se pierde por el final del túnel, curiosamente, a la altura del Cervantes”. También se adentra en la Casa del Cine para recordar el halo de misterio que siempre ha rodeado la finca de Santa Isabel, rescata nombres como los de Pepillo Cintabelde -el primer asesino en serie de Almería y último ajusticiado por garrote vil en Córdoba, en el siglo XIX- y traza un triángulo de luminarias entre Bacares, Tahal y Olula de Castro.

Y entre temas con espacio para la imaginación destacan otros que, tristemente, son espeluznantemente reales, como las muertes de más de una decena de prostitutas entre 1988 y 1997. “La prensa habló de un asesino en serie aunque el caso nunca se resolvió. Vicente Garrido, uno de los mayores expertos en criminología de España, me ha ayudado y hemos enlazado diez de aquellos casos, con un ‘modus operandi’, un perfil del criminal...”. O un episodio de satanismo ocurrido en Roquetas. “He hablado con Rafael Montoya, el policía que detuvo a un hombre que estaba exorcizando a más de cuarenta niñas en un cortijo”.

Un paso adelante
Asegura que con esta publicación ha querido dar un salto de calidad respecto a sus anteriores obras, Enigmas y leyendas de Almería y La cara oculta de Almería (ambas en el sello de Círculo Rojo). “He ganado mucha experiencia y creo que queda patente en esta obra. También he contado con más tiempo, tres años de trabajo intenso, aunque algunas historias ya empecé a trabajarlas antes. Eso sí, también ha sido mucho más complicado: me he encontrado con muchas trabas y con testigos que no han querido hablar por presiones. Por ejemplo, he tenido que abandonar un tema sobre nazis en Almería porque, de alguna forma, me han parado los pies”.

¿Es entonces La Almería extraña fin de una trilogía? “Sí, cierra de momento el misterio en Almería aunque me gustaría que hubiese alguien que me tomase el relevo, con otros puntos de vista”.
(La Voz de Almería)

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