Kayros
Periodista
Hablar de crisis de la izquierda no tiene nada que ver con la perorata diaria sobre el ajuste, el déficit y la prima de riesgo. La crisis de la izquierda no es capitalista sino moral. Ahora bien, que el capitalismo en crisis le esté dando lecciones de alta ética a la gente que sufre sus explotadoras consecuencias ya roza el sarcasmo. El PSOE haría bien en meditar en la sociedad libre e igualitaria, base de su filosofía moral, en vez de perder el tiempo a la búsqueda de nombres antiguos para ganar las próximas elecciones.
Por lo que veo el 20-N no ha acabado todavía, aún queda el rabo por desollar de las andaluzas. Me explico el afán devorador del PP porque el poder es como un gas que se expande incontenible, pero el PSOE debería aprovechar la derrota para sacar conclusiones despacito y con buena letra. Vamos a ver. Tomemos Almería como campo de experimentación.
Según datos publicados por la Agencia Tributaria, Almería es la tercera provincia que menos paga a sus trabajadores; los asalariados almeriense son la mayoría mileuristas; las mujeres siguen cobrando menos que los hombres; 76.266 almerienses declaran unos ingresos que no alcanzan ni siquiera la mitad del salario mínimo interprofesional. En resumen que la clase media urbana y la clase baja han sido las más golpeadas por la crisis.
Sobre este fondo amoratado y rojo de sangre ha estado moviéndose el PSOE que no ha sabido confeccionar un mensaje creíble. Esta gente ha tenido que oir día tras día el mensaje de honradez del PP cuando todos sabemos que en punto a corrupción al partido conservador también le gusta el pringue. Quiere decirse que el PSOE debiera volver sobre sus pasos, sacar de nuevo aquellos cien años de honradez que tantos millones de españoles movilizaron y servir de espejo moral de la ciudadanía. Sin este trasfondo todo lo que digan los congresos tiene muy poco valor.
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