Javier Aureliano García
Vicepresidente de la Diputación de Almería
La provincia de Almería celebró ayer, domingo, su Día en el transcurso de un acto institucional y emotivo celebrado en el municipio de La Mojonera, una de las localidades con más empuje y proyección de toda Almería. Para ello, la Diputación Provincial congregó a almerienses de todas las comarcas para festejar el hecho de sabernos y sentirnos legítimamente orgullosos de haber nacido o estar viviendo en Almería.
Y es precisamente en actos de este tipo donde cristaliza el papel de la Diputación Provincial como elemento de cohesión y desarrollo de todas las comarcas almerienses unidas en el horizonte común de formar parte de una provincia, andaluza y española, que trabaja y convive armónicamente y que quiere volver al camino de la recuperación del empleo y la generación de riqueza y bienestar para todos.
En el acto, el presidente Amat reconoció públicamente la labor de destacados almerienses que, en sus diferentes ámbitos de responsabilidad o trayectoria, consolidan y acrecientan el prestigio de la provincia de Almería y los almerienses en su conjunto. Personas como el empresario Francisco Martínez Cosentino, el deportista Juanjo Salvador, la ONG “Proyecto Hombre” y el genial guitarrista “Tomatito”, perfiles todos ellos que trazan las coordenadas de una Almería que crece, que progresa y que crea.
Pues bien, en una nueva muestra de su creciente desconexión con la realidad, hay que decir que este acto no habría podido celebrarse si gobernase el PSOE, porque ya saben que los socialistas querían suprimir las diputaciones de toda España ahora que los ciudadanos les han dicho que dejen de gobernarlas. Difícilmente podría contemplarse un gesto o propuesta más sectaria que la de suprimir las administraciones de las que te desaloja el voto libre y democrático de los ciudadanos. Pero así entiende el PSOE sus relaciones con el poder: o mandamos nosotros o no puede mandar nadie más.
Pues bien, en una nueva muestra de su creciente desconexión con la realidad, hay que decir que este acto no habría podido celebrarse si gobernase el PSOE, porque ya saben que los socialistas querían suprimir las diputaciones de toda España ahora que los ciudadanos les han dicho que dejen de gobernarlas. Difícilmente podría contemplarse un gesto o propuesta más sectaria que la de suprimir las administraciones de las que te desaloja el voto libre y democrático de los ciudadanos. Pero así entiende el PSOE sus relaciones con el poder: o mandamos nosotros o no puede mandar nadie más.
Afortunadamente, la Diputación de Almería vive ahora un momento de ilusión y confianza, centrada en su misión de servir de estímulo y apoyo al desarrollo de numerosos municipios que, de haberse hecho realidad el sectario proyecto de los socialistas, se verían abocados a un futuro incierto. Y es que la Diputación de Almería ha dejado de ser el escenario de maniobras partidistas y turbias que a todos nos abochornaron, para recuperar el sentido del servicio y la atención a los municipios de toda Almería, separando el color político del municipio de sus necesidades y problemas.
Ese es el presente de la Diputación y así queremos que siga siendo en el futuro. Almería y los almerienses no necesitan instituciones que se conviertan en laboratorios de poder y favores, sino en organismos competentes y capaces, en los que se trabaje de verdad por todos los almerienses. Esa Diputación del pasado, la de los escándalos, los derroches y los excesos que todos conocimos con pesar, ha sido suprimida no por la voluntad interesada de un partido, sino por el voto responsable de los almerienses. Y es que en democracia no vale romper la baraja cuando las cartas no son las esperadas.
Ese es el presente de la Diputación y así queremos que siga siendo en el futuro. Almería y los almerienses no necesitan instituciones que se conviertan en laboratorios de poder y favores, sino en organismos competentes y capaces, en los que se trabaje de verdad por todos los almerienses. Esa Diputación del pasado, la de los escándalos, los derroches y los excesos que todos conocimos con pesar, ha sido suprimida no por la voluntad interesada de un partido, sino por el voto responsable de los almerienses. Y es que en democracia no vale romper la baraja cuando las cartas no son las esperadas.
Mi compromiso, el del resto de los diputados populares y el de nuestro presidente, Gabriel Amat, es seguir trabajando duro para que la Diputación Provincial de Almería sea un referente de eficacia, rigor y capacidad de servicio para todos los almerienses de todas las comarcas. Creo que para Almería es muy bueno saber que tiene y va a seguir teniendo en su Diputación Provincial una herramienta con la que labrar un mejor futuro para todos.
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