Manuel León
Redactor-Jefe de La Voz de Almería
Almería contará en 2102 con una partida presupuestaria para iniciar los proyectos de la conexión de la Autovía del Almanzora a la A-92, desde Purchena a Baza. Así quedarán unidas las dos grandes vías de la provincia -A7 y A-92- a través de la nueva comarca del mármol. Este es, quizá, el único suspiro que se consiguió arrancar ayer al consejero de Empleo, Manuel Recio, en la presentación de los presupuestos de la Junta de Andalucía en Almería para 2012.
Recio dio todo lujo de detalles sobre cifras y letras, sobre gráficos y sectores, pero sin detallar las partidas específicas para la provincia. Precisó que “todos los compromisos que tiene la Junta con Almería se van a cumplir”. El consejero de Empleo explicó que los presupuestos no se pueden dar una forma provincializada, como ha ocurrido en años anteriores, “porque cuando hay entornos turbulentos, la gestión que se hace se suele calificar de geometría variable”. Recio dio a entender que en una época de crisis, el dinero se aplicará en razón de las necesidades de cada provincia.
Geometría variable
Jesús le dijo a Tomás: “Trae tu mano, métela en mi costado y ya no dudarás jamás”. El Gobierno de la Junta escenificó ayer en las ocho provincias la presentación de las grandes cuentas de 2102 sin partidas presupuestarias provincializadas, sin concretar inversiones por territorios, sin asignar remesa precisa a cada obra como antaño; no concretó, no delimitó, pero pidió fe en su buen hacer y en sus mejores intenciones para crear empleo y mantener la sanidad y la educación a salvo de la quema de los recortes.
Al voluntarioso consejero de Empleo, Manuel Recio, le tocó lidiar en Almería con la explicación de las cuentas autonómicas. Durante casi dos horas de reloj describió con afán pedagógico, con el entusiasmo juvenil de un profesor, las principales arterias inversoras, el carácter progresivo en la recaudación de impuestos, las medidas de apoyo a los colectivos más desfavorecidos. Pareciera que si por Recio hubiera sido, habría provincializado y hasta municipalizado cada euro susceptible de llegar a Almería. Pero las órdenes desde el Palacio de San Telmo eran otras en un entorno de ‘economía de guerra’. Recio justificó la decisión de no concretar cuentas en que cuando hay turbulencias la gestión que se hace es de ‘geometría variable’, es decir que se gastará allí donde se necesite.
Recio recordó también ante los atentos delegados provinciales -entre ellos Juan Cáceres, Sonia Rodríguez, Francisca Pérez Laborda, José Antonio Salinas, Antonio Lucas y María Dolores Muñoz- que en Almería se ejecutan los presupuestos en mayor medida que en otras provincias y comunidades gobernadas por el PP; que la Junta ha puesto todos sus redaños para que la educación y la sanidad no se toquen, que son sagradas, aunque hay unas elecciones regionales que podrían trastocar -o no- todos estos números a partir de marzo. Los contribuyentes, los ciudadanos quieren -por sentimiento de pertenencia- saber cuánto hay para su futuro hospital materno infantil, para su soterramiento, para sus infraestructuras, para sus colegios. Y eso no lo traía ayer Recio en el zurrón, no lo pudo explicar, al lado de la delegada Requena, en el salón noble del viejo casino de Almería, bajo pinturas de ángeles y arcángeles tocando trompetines entre nubes blancas desde el artesonado.
Por eso, Antonio Sanz, el secretario del PP andaluz, no perdió ayer ni un minuto para saltar a la yugular a calificar estos presupuestos de 2012 de “fraude” porque “no se puede hacer un seguimiento de las inversiones”. Es oportuno decir que en estos tiempos de mirar con el rabillo del ojo por la crisis, ninguna administración regional, central o municipal, de derechas o de izquierdas, está en condiciones de dar lecciones de profusión de datos.
Geometría variable
Jesús le dijo a Tomás: “Trae tu mano, métela en mi costado y ya no dudarás jamás”. El Gobierno de la Junta escenificó ayer en las ocho provincias la presentación de las grandes cuentas de 2102 sin partidas presupuestarias provincializadas, sin concretar inversiones por territorios, sin asignar remesa precisa a cada obra como antaño; no concretó, no delimitó, pero pidió fe en su buen hacer y en sus mejores intenciones para crear empleo y mantener la sanidad y la educación a salvo de la quema de los recortes.
Al voluntarioso consejero de Empleo, Manuel Recio, le tocó lidiar en Almería con la explicación de las cuentas autonómicas. Durante casi dos horas de reloj describió con afán pedagógico, con el entusiasmo juvenil de un profesor, las principales arterias inversoras, el carácter progresivo en la recaudación de impuestos, las medidas de apoyo a los colectivos más desfavorecidos. Pareciera que si por Recio hubiera sido, habría provincializado y hasta municipalizado cada euro susceptible de llegar a Almería. Pero las órdenes desde el Palacio de San Telmo eran otras en un entorno de ‘economía de guerra’. Recio justificó la decisión de no concretar cuentas en que cuando hay turbulencias la gestión que se hace es de ‘geometría variable’, es decir que se gastará allí donde se necesite.
Recio recordó también ante los atentos delegados provinciales -entre ellos Juan Cáceres, Sonia Rodríguez, Francisca Pérez Laborda, José Antonio Salinas, Antonio Lucas y María Dolores Muñoz- que en Almería se ejecutan los presupuestos en mayor medida que en otras provincias y comunidades gobernadas por el PP; que la Junta ha puesto todos sus redaños para que la educación y la sanidad no se toquen, que son sagradas, aunque hay unas elecciones regionales que podrían trastocar -o no- todos estos números a partir de marzo. Los contribuyentes, los ciudadanos quieren -por sentimiento de pertenencia- saber cuánto hay para su futuro hospital materno infantil, para su soterramiento, para sus infraestructuras, para sus colegios. Y eso no lo traía ayer Recio en el zurrón, no lo pudo explicar, al lado de la delegada Requena, en el salón noble del viejo casino de Almería, bajo pinturas de ángeles y arcángeles tocando trompetines entre nubes blancas desde el artesonado.
Por eso, Antonio Sanz, el secretario del PP andaluz, no perdió ayer ni un minuto para saltar a la yugular a calificar estos presupuestos de 2012 de “fraude” porque “no se puede hacer un seguimiento de las inversiones”. Es oportuno decir que en estos tiempos de mirar con el rabillo del ojo por la crisis, ninguna administración regional, central o municipal, de derechas o de izquierdas, está en condiciones de dar lecciones de profusión de datos.
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