Presupuestos de Andalucía: el viaje a ninguna parte

Francisco Giménez Alemán

Periodista

Hay que tener la cara de cemento armado para asegurar, como ha hecho algún dirigente socialista, que estos presupuestos "impulsan el empleo”, cuando –avant-la-lettre- es rigurosamente falso. Y no solo eso: estos presupuestos andaluces para 2012 impedirán la creación de empleo, sobre todo en el sector que tradicionalmente lo genera en mayor grado: el de las obras públicas. Acostumbrados como estamos a que los políticos digan sin despeinarse cualquier majadería que se les viene a la boca, hay momentos en los que uno da un brinco en la silla como cuando lee la solemne gansada que cito.

El presidente Griñán advirtió hace semanas que el presupuesto sería restrictivo, excepto en educación y sanidad. El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, que suele echar bien las cuentas, afirma que incluso en estos capítulos del gasto social hay recortes emboscados que irán dando la cara conforme se vaya haciendo la ejecución presupuestaria. Pero ni teniendo más moral que el Alcoyano se puede pensar con tanta alegría que unos presupuestos que han dejado en encefalograma plano la inversión en el capítulo de obra pública estén en condiciones de impulsar el empleo. Por la sencilla razón, como queda dicho, que es desde ese capítulo desde donde se convoca a mayor número de trabajadores. Esto lo sabe un niño de pecho.

Sin necesidad de recurrir a circunloquios, como han tenido que hacer en sus bolos provinciales los consejeros de la Junta (una especie de viaje a ninguna parte para decir nada), las cuentas públicas de Andalucía para el próximo ejercicio le dan la puntilla al ya de por sí depauperado sector de la construcción de infraestructuras. Y es de lamentar porque en los últimos años un puñado de empresas ha hecho un formidable esfuerzo por adquirir volumen y modernizarse, de suerte que hoy pueden trabajar en cualquier región de España con solvencia y calidad. Como es el caso singularísimo, dentro de la Ingeniería, de Ayesa, cuyo presidente José Luis Manzanares la ha convertido en una de las más pujantes e innovadoras de nuestro país.

Este acopio de experiencia, talento e I+D que ha ido engrosando el valor de la marca Andalucía, que no es solo turismo, está en serio peligro, y de cumplirse en todos sus términos la letra del presupuesto es más que posible que durante 2012 estas empresas autóctonas no se coman una rosca, con lo que ello representará en la nula creación de puestos de trabajo y en la destrucción de muchos miles hasta ahora existentes. Las infraestructuras sólo dependen de las Administraciones públicas, y si estas cierran el grifo el daño es inconmensurable.

Al igual que los consejeros, incapaces de responder a la prensa local por qué ha desaparecido del presupuesto el anexo de inversiones por provincias, el presidente Griñán ha emprendido también su particular viaje a ninguna parte del que tendrá que dar cuenta en el Parlamento. Está muy bien salvaguardar la educación y la sanidad, pero la política es el arte de lo posible y estas cuentas conducen a engrosar las listas del paro y a arruinar empresas de primera línea.

(El Correo de Andalucía)