Pablo Requena
Periodista
No se yo hasta cuándo piensan tirarse los militantes del PSOE de la capital almeriense con riñas y disputas entre ellos mismos, del mismo modo que ignoro si Nono Amate sigue detrás de la gran mayoría de ellas. Sin embargo, me considero un tipo con suficiente imaginación como para suponer que la respuesta a ambas cuestiones es la misma: hasta el infinito.
Para ser justos, la división y desconfianza entre socialistas no es una cosa única de nuestra capital, no hay más que echar la mirada a Jaén, Cádiz o Málaga -por no salir de Andalucía- para darse cuenta. Ahora bien, que las cuitas de la agrupación socialista vienen prácticamente desde el mismo momento en el que se creó la prostitución como oficio retribuido es algo que pocos se atreven a negar.
Lo último entorno al PSOE almeriense es la candidatura de Pepa Requena a ocupar la secretaría general que hasta hace dos días ocupaba Juan Carlos Usero, vilipendiado hasta la saciedad por los suyos. Lo primero que hay que reconocerle a Requena son las agallas y el atrevimiento que hay que tener para postularse, como ella lo ha hecho, para ocupar ese cargo. Y es que no han tardado ni dos horas en producirse las primeras reacciones de los “suyos” en las redes sociales: destacados militantes, algunos con cargos institucionales, otros los ocupaban hasta ayer mismo, otros simplemente militantes de base, pero casi todos coincidían en criticar con dureza a Pepa Requena.
“Ya lo sé, ayer mismo alguno me decía que no sabía si darme la enhorabuena o el pésame, pero es que a mí precisamente me gustan las cosas cuando están difíciles”, me reconocía Requena esta misma mañana, unas declaraciones que me parecen encomiables, teniendo en cuenta la que se le viene encima si finalmente los militantes le dan la confianza. De momento, que sepa que tiene en contra a los martinistas y los jóvenes de base.
Para ser justos, la división y desconfianza entre socialistas no es una cosa única de nuestra capital, no hay más que echar la mirada a Jaén, Cádiz o Málaga -por no salir de Andalucía- para darse cuenta. Ahora bien, que las cuitas de la agrupación socialista vienen prácticamente desde el mismo momento en el que se creó la prostitución como oficio retribuido es algo que pocos se atreven a negar.
Lo último entorno al PSOE almeriense es la candidatura de Pepa Requena a ocupar la secretaría general que hasta hace dos días ocupaba Juan Carlos Usero, vilipendiado hasta la saciedad por los suyos. Lo primero que hay que reconocerle a Requena son las agallas y el atrevimiento que hay que tener para postularse, como ella lo ha hecho, para ocupar ese cargo. Y es que no han tardado ni dos horas en producirse las primeras reacciones de los “suyos” en las redes sociales: destacados militantes, algunos con cargos institucionales, otros los ocupaban hasta ayer mismo, otros simplemente militantes de base, pero casi todos coincidían en criticar con dureza a Pepa Requena.
“Ya lo sé, ayer mismo alguno me decía que no sabía si darme la enhorabuena o el pésame, pero es que a mí precisamente me gustan las cosas cuando están difíciles”, me reconocía Requena esta misma mañana, unas declaraciones que me parecen encomiables, teniendo en cuenta la que se le viene encima si finalmente los militantes le dan la confianza. De momento, que sepa que tiene en contra a los martinistas y los jóvenes de base.
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