La Opinión de Almería
Una vez que ha conseguido que la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía salde la deuda que tenía con el consistorio por las Escuelas-Taller, el alcalde de Turre, Arturo Grima, sigue haciendo cuentas y éstas no le salen. Cada día que va a la alcaldía le sale algún nuevo documento de compromiso de deuda. Ahora lo que ha hecho ha sido ir el contarle al presidente de la Diputación, Gabriel Amat, la situación en la que se encuentra su municipio.
El alcalde de Turre, con el presidente y el vicepresidente de la Diputación |
Arturo Grima ha denunciado que el anterior equipo de Gobierno, del PSOE, se gastó una subvención quew recibió de la Junta de Andalucía para construir un pabellón cubierto. Ahora no hay pabellón y tampoco hay dinero. La Junta ha reclamado el dinero. Son 280.000 euros que, como el alcalde no sabe de dónde sacar, ha conseguido realizar un aplazamiento de pago a cinco años, pagando los intereses correspondientes, que ascienden a 20.000 euros. Además, el alcalde se queja de que tiene que afrontar el pago de otros 180.000 euros que se deben a la Seguridad Social.
Pero hay más. El Ayuntamiento tiene que devolver otros 450.000 euros a la Agencia Tributaria por una deuda que el consistorio mantenía con la empresa Obrascampo que ha sido embargada. Sumémosle a todo esto que a un vecino hay que pagarle, por sentencia judicial, 15.800 euros de una reclamación, a los bancos 3 millones por préstamos recibidos y a proveedores 4 millones de euros.
Encajes de bolillos tendrá que hacer el nuevo alcalde para hacer frente a tamaña deuda.
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