Juan Folío
La Opinión de Almería
El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, acaba de dar un estruendoso palo a la Plataforma Contra el Crematorio, desarticulando todos sus argumentos para oponerse a la construcción. Según el Defensor, el Ayuntamiento de Almería cumple la legalidad vigente, sin que la puesta en funcionamiento de estas nuevas instalaciones en el cementerio de San José puedan suponer un riesgo para la salud de los vecinos de Torrecárdenas. Esa y no otra es la respuesta que ha dado Chamizo a quien meses atrás pidió su amparo.
En esa respuesta Chamizo se remite a la resolución que ya emitió en marzo del pasado año ante las protestas vecinales que han cosechado proyectos similares emprendidos por otros ayuntamientos andaluces. En aquella resolución recoge la contestación recibida por el viceconsejero de Salud de la Junta de Andalucía que, a su vez, se respalda en los informes remitidos por la Secretaría General de Salud Pública y Participación. Dichos informes dicen textualmente que "no hay razones de carácter sanitario que justifiquen la necesidad de señalar normativamente unas distancias mínimas de las instalaciones referidas respecto a las zonas destinadas fundamentalmente a usos residenciales".
En su labor de Defensor del Pueblo, Chamizo recabó, además, las normativas vigentes en materia medioambiental y de policía sanitaria mortuoria de otras comunidades autónomas. Castilla y León, la Comunidad Valenciana, Extremadura, Islas Baleares, La Rioja, Madrid y País Vasco no especifican distancias mínimas, salvo que los crematorios deben construirse en cementerios o edificios de uso exclusivo funerario o actividades similares. Sólo Cantabria establece una distancia mínima de 200 metros y Castilla La Mancha y Navarra, de 50 metros. El crematorio almeriense está siendo construido dentro de las instalaciones del cementerio a más de 400 metros de distancia de la primera línea de viviendas de Torrecárdenas.
Chamizo sugiere a la Consejería de Salud que modifique la legislación para que se especifique como requisito para la instalación de crematorios que los mismos se encuentren ubicados, preferentemente, en cementerios o edificios anexos, y si no fuera posible, en el lugar más próximo posible. El Defensor del Pueblo justifica esta sugerencia no por cuestiones de salud, sino de "carácter cultural". "Consideramos -dice- que tampoco puede ser obviado el impacto social que puede tener sobre la población la ubicación de este tipo de establecimientos funerarios en zonas residenciales o próximas a éstas, fundamentalmente por cuestiones de carácter cultural, ya que el sentir generalizado que parece existir indica que estas instalaciones deben localizarse en cementerios o en zonas aledañas a éstos".
En esa respuesta Chamizo se remite a la resolución que ya emitió en marzo del pasado año ante las protestas vecinales que han cosechado proyectos similares emprendidos por otros ayuntamientos andaluces. En aquella resolución recoge la contestación recibida por el viceconsejero de Salud de la Junta de Andalucía que, a su vez, se respalda en los informes remitidos por la Secretaría General de Salud Pública y Participación. Dichos informes dicen textualmente que "no hay razones de carácter sanitario que justifiquen la necesidad de señalar normativamente unas distancias mínimas de las instalaciones referidas respecto a las zonas destinadas fundamentalmente a usos residenciales".
En su labor de Defensor del Pueblo, Chamizo recabó, además, las normativas vigentes en materia medioambiental y de policía sanitaria mortuoria de otras comunidades autónomas. Castilla y León, la Comunidad Valenciana, Extremadura, Islas Baleares, La Rioja, Madrid y País Vasco no especifican distancias mínimas, salvo que los crematorios deben construirse en cementerios o edificios de uso exclusivo funerario o actividades similares. Sólo Cantabria establece una distancia mínima de 200 metros y Castilla La Mancha y Navarra, de 50 metros. El crematorio almeriense está siendo construido dentro de las instalaciones del cementerio a más de 400 metros de distancia de la primera línea de viviendas de Torrecárdenas.
Chamizo sugiere a la Consejería de Salud que modifique la legislación para que se especifique como requisito para la instalación de crematorios que los mismos se encuentren ubicados, preferentemente, en cementerios o edificios anexos, y si no fuera posible, en el lugar más próximo posible. El Defensor del Pueblo justifica esta sugerencia no por cuestiones de salud, sino de "carácter cultural". "Consideramos -dice- que tampoco puede ser obviado el impacto social que puede tener sobre la población la ubicación de este tipo de establecimientos funerarios en zonas residenciales o próximas a éstas, fundamentalmente por cuestiones de carácter cultural, ya que el sentir generalizado que parece existir indica que estas instalaciones deben localizarse en cementerios o en zonas aledañas a éstos".
Aún no se conocen las reacciones que el escrito de José Chamizo ha provocado en la Plataforma contra el Crematorio. Había depositadas muchas esperanzas en que el Defensor del Pueblo dira la puntilla definitiva a este proyecto. No ha sido así, y ya hay quienes interpretan que la respuesta de José Chamizo supone un espaldarazo definitivo a las posiciones que defiende el concejal Carlos Sánchez.
Juan Folío, he de comunicarte que no somos la plataforma anti tanatorio como bien nombras en tu articulo y en el titular ya que hay una gran diferencia entre tanatorio y crematorio, tampoco somos la plataforma anti-crematorio. Para nada estamos en contra de los crematorios, si te podrias referir a nosotros como los anti-crematorios cerca de cualquier vivienda... un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias por las observaciones, absolutamente correctas. Hemos procedido a realizar las correcciones oportunas. Y quedamos a su disposición para si desean responder al artículo.
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