M. A. Blanco
Periodista
Hoy es el Día del Libro Andaluz. El día de los autores y temas andaluces. Ya sabéis, esas historias que van de toros y copla, de feria y Semana Santa, con “un arte que no se puede aguantar”, unos cuantos “ole” aquí y allá, sin olvidar varios chistes desperdigados a lo largo de las páginas, a ser posible de Lepe. Todo con mucha gracia y salero.
Como todo el mundo sabe, esos son los temas propios de Andalucía. Los mismos que durante décadas han pasado por la pluma de García Lorca, Vicente Aleixandre, Alberti, los hermanos Machado, Cernuda, Francisco Ayala, María Zambrano, Cansinos Assens, Caballero Bonald, José Asenjo, Justo Navarro, Antonio Soler, Muñoz Molina, Félix Bayón, Isaac Rosa, Juan Bonilla…
Los tópicos están muy bien. Facilitan la tarea de pensar. Apenas un par de segundos por asunto, y listos. ¿Literatura andaluza? Espera… Sí, ya lo tengo: toros, fiesta, flamenco… Muy bien, gran análisis. Y ahora, ¿literatura manchega? No caigo… ¿Gallega? No sé qué decirte… ¿Madrileña? Pero qué me preguntas… ¿Y española? Ah, esa sí: todos los que has dicho antes, ¿no? Por supuesto. Ahí has estado hábil.
Hoy es el Día del Libro Andaluz, el día de la literatura escrita por andaluces o que tienen a Andalucía como objeto de su mirada y su palabra. Los hay de todo tipo, poetas, dramaturgos, filósofos, novelistas; más profundos, más sencillos, más reflexivos, más de aventura… Pero entre todos van dando forma a ese extraño ente tan difícil de clasificar como es el de la literatura de esta tierra.
Escribirán sobre el presente, sobre el pasado, sobre amor, sobre guerras… incluso sobre toros y flamenco si hace falta, y si se tercia, con cierto humor, que nunca viene mal; pero no es eso lo importante, sino que sean buenos. Muy buenos en ocasiones. Y que sigan creando mundos propios a base de talento.
Resulta curioso que se acabe identificando por sistema al creador andaluz con el español, siempre y cuando se salga de esos tópicos, reciba premios y la crítica lo avale; en caso contrario, es andaluz. Y no solo en literatura, también se da esto en el arte o en el cine (ahí están Picasso, Velázquez o Benito Zambrano, por decir unos pocos, a modo de ejemplo).
Así que aprovechemos esta fiesta del libro andaluz para ver más allá del estereotipo facilón, reconozcamos el mérito de una literatura tan variada, compleja y en ocasiones sublime que no admite etiquetas, que requiere poner un extra por nuestra parte, y disfrutemos. Leer es necesario para mantener una mente atenta y ágil. Incluso aunque el autor no sea andaluz. Pero hoy, mejor aun si lo es.
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