Juan Torrijos
Periodista
A María ya hasta se le levanta el personal. Los sindicatos de la policía local se levantaron de la mesa de negociación y dejaron a la super-concejala con dos palmos. ¡Se veía venir! Y además, se le avisó en su momento: María, que personal no es lo mismo que la policía, que aquí te vas a encontrar sola y acorralada antes de que te des cuenta. Y ya se ha dado cuenta y sola se está quedando.
Quiso pasarse por el forro de la política a Jorge Quesada y se ha encontrado con un cuerpo que en su gran mayoría, un par de jefaturas aparte, se ha puesto detrás del intendente. Mientras tanto, Luis Rogelio -¿senador o alcalde?- se ha puesto de perfil. Le encanta esa postura. No quiere que la batalla de María le salpique políticamente y se esconde tras los bancos del Senado a la espera de que su concejala gane o se queme en la batalla.
Hasta ahora la edil pierde a los puntos, pero no se ha celebrado el asalto final. Tras el largo puente vuelven las negociaciones, y con ellas ¿la derrota de María? No le importa en el fondo una derrota si ella no lleva aparejada la victoria de Jorge Quesada. Ya no se trata de que ella gane, ahora lo que no se quiere es que gane el rival.
Pues nada, a ver cómo se lo monta doña María y negocia con los sindicatos. Los escarceos van a ser interesantes de seguir y de contárselos a ustedes por estos derroteros. Hacía bastante tiempo que la policía local no entraba en “guerra” con los políticos municipales, y las anteriores dieron grandes y épicos momentos para ser contados y cantados. A la espera de la batalla final y del resultado que se produzca, deseemos que la misma sea la mejor para la ciudad.
que no se preocupe la concejala que tiene al csif como aliado, ya la esta liando en jefatura para dejarle el camino despejado.
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