Manuel Recio
Consejero de Empleo
La globalización ha cambiado muchas cosas. Pero quizás la que más me ha sorprendido es la velocidad a la que ocurren los acontecimientos. Ha aumentado vertiginosamente. Antes para que una tendencia de pensamiento, una moda, una marca o un invento pasara de un país a otro podían pasar meses, años o incluso lustros. La mejora que han introducido las nuevas tecnologías de la comunicación y el transporte han jugado un papel fundamental tanto en la permeabilidad como en la velocidad en la que ocurren los acontecimientos en nuestras sociedades.
También ha tenido la globalización sus repercusiones en la política en cuanto a la velocidad en la que los ciudadanos requieren soluciones. Si además le unimos la situación de crisis en la que nos encontramos, la velocidad del requerimiento de aportación de resultados crece exponencialmente. Si los ciudadanos tuvieran que elegir hoy a los dirigentes que votaron hace menos de un año en Grecia y Portugal, quizás los resultados serían distintos. Y la razón principal sería que los votantes, lejos de ver mejora en su situación, perciben como han empeorado notablemente. Los ciudadanos están dispuestos a hacer sacrificios pero piden resultados.
Quizás por esta razón, Rajoy ha sido tan vago en la concreción de las medidas que utilizará para superar la difícil situación en la que nos encontramos. Utiliza la vaguedad, las medias verdades y su conocido depende. Una de esas medias verdades se refiere al recorte que llevará a cabo. Rajoy ha anunciado 16.500 millones de euros y FUNCAS, organización de reconocido prestigio, calcula que serán al menos 40.000 millones de euros.
Es un recorte brutal que deprimirá todavía más nuestra demanda interna y nuestras posibilidades de creación de empleo. Y, sobre todo, no ha dicho ni una palabra de cuáles son las partidas que recortará, aunque parece claro si miramos a las Comunidades Autónomas donde el PP gobierna.
Pero los ciudadanos hoy en día piden resultados. En algo tan especializado como es la Economía pueden no entender la jerga que muchas veces utilizamos, pero si saben evaluar si su situación personal empeora o mejora, si se sienten más o menos seguros. A la vista de los datos de FUNCAS parece que los servicios públicos van a empeorar.
Y las vías de salida, más allá de los recortes, quedán claramente marcadas por el perfil de los ministros que acaba de nombrar hoy. Especialmente llamativo ha sido el caso de Economía y Competitividad. Para satisfacer al becerro de oro, el dios mercado, hay que nombrar entre sus sacerdotes más destacados quien administrará su ministerio.
La globalización ha hecho que todo parezca que vaya a la velocidad del caracol. Velocidad que es incompatible con lo que los ciudadanos esperan que se resuelvan sus problemas. Lo difícil no es llegar sino mantenerse. De no llevar la velocidad requerida, rápidamente pasas de ser un vencedor a ser un embaucador.
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