Antonio Medina Guevara
Escritor
Antes de empezar a dar mi opinión he de decir que comparto -como siempre- lo que mi amiga Antonia Bocero escribe, y que creo que es justa en sus apreciaciones y denuncias. No cabe duda de que una legión de cafres actúa como en épocas prehistóricas en su comportamiento con las mujeres; también, que no hay nada que justifique tan salvaje y machista comportamiento. Y que hay que actuar en todos los frentes para acabar con esta plaga. Eso, ni se discute ni está en entredicho por alguien que crea en la igualdad de los seres humanos.
Decía mi padre -y a mí se me quedó en la memoria para siempre- que no es un hombre quien pega a una mujer, pero tampoco lo es quien abusa de alguien inferior -en lo físico, que no en lo humano- que tal vez no pueda defenderse en igualdad de condiciones.
Aclarado esto y para que no me tachen de machista, he de decir que, a mi entender, lo que llaman “violencia de género” es en sí machista o feminista. Yo no creo en la “violencia de genero”, “machista” o de gaitas. La violencia solo es violencia y creo como tal ha de contemplarse. Naturalmente que hay que acabar con esta lacra por todos los medios al alcance de la sociedad, pero yo me hago y hago una pregunta: ¿Porqué en vez de tratarlo como “violencia de género” no lo trata la Justicia como abuso, salvajada, o agravante, en las actuaciones hacia una persona en inferioridad física…? Pongamos un ejemplo y que nadie se ofenda: si un individuo salvaje ataca y maltrata a un niño indefenso, a un minusválido, a un viejo que no puede defenderse debido a su incapacidad física…, ¿cómo llamamos a eso?, ¿cómo sanciona la Ley esa actuación?
Yo creo que el fallo está en quienes aplican las leyes y no en las propias leyes. En que los jueces y policías no cumplen debidamente su cometido de investigar y sancionar estas salvajes actitudes, pero creo que para eso no hacen falta leyes especiales. Hoy por hoy -sin que sirva de excusa- un hombre está en precario si una mujer lo ataca, lo insulta, lo arremete, y hasta si miente en su contra… Y me sigo preguntando: ¿por qué los jueces no aplican la máxima pena a maltratadores sean del signo que sean?, ¿por qué no aplican penas a las mujeres que abusan de su situación por el simple hecho de ser mujeres…?, ¿por qué investigan tan poco…?
En definitiva, yo soy de los que creen que la Justicia debe aplicar justicia proporcional al daño que una persona ocasiona a la otra. Que nadie debe considerarse superior o inferior al otro… y que los políticos, sociólogos y la propia Justicia suele estar a diario preguntándose qué pasa: ¿por qué no funcionan las leyes?
…Tal vez será porque no ponemos a todos en la misma categoría. Enseñemos a todos, y en especial a los que no recibieron educación adecuada, que hombres y mujeres deben ser iguales ante la sociedad y la Justicia. Iguales en el más amplio sentido de la palabra. Mientras que algunos hombres crean que la mujer es de su propiedad y las autoridades no castiguen en proporción al daño y no a la ley no acabaremos con eso que llaman “violencia de género”.
De todo lo que nos duele debemos hablar, y de lo que nos parece desproporcionado, también. Reflexionar no es ser machista. Buen trabajo.
ResponderEliminarGracias por tu apreciación, pero es un tema tan delicado que debemos tocarlo con las yemas de los dedos. Mucha gente confunde machismo con discrepancia.
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