Almería escribe a los Reyes Magos

Pedro Mena Enciso
Profesor de Historia

Para este año 2012 la provincia de Almería repite Carta a los Reyes Magos debido a que interferencias políticas de todo signo han impedido que la misiva del año pasado llegue a su destino. Baltasar, Gaspar y Melchor se han entristecido un año más porque no han podido conseguir que se cumplan algunos de los deseos  pedidos por los almerienses. Ellos, los de Oriente, tienen la esperanza de que este año los dirigentes hagan caso a las palabras navideñas del propio Alcalde de la capital: “Los intereses generales han de ser siempre antepuestos a los particulares”. Bueno, pues veremos si por una vez esta buena intención acaba cumpliéndose.

En este sentido, y pensando en los mejor para el futuro de Almería, yo me atrevo a pedir algunos regalos colectivos a sus Majestades para paliar en parte tanta promesa incumplida y tanto fracaso político. Se trata de regalos históricos porque se vienen repitiendo en el tiempo de forma ya cansina.

Los Magos, como muchos ciudadanos, han detectado también una dificultad previa para que los almerienses podamos ver cumplidos nuestros añorados deseos. Se trata, queridos lectores, de las tramas de corrupción que dificultan el trabajo al servicio de los ciudadanos. Así ocurre en el caso del Algarrobico, donde los tres prohombres de Oriente proponen que los responsables de la ilegalidad paguen con su patrimonio y trabajo el atentado perpetrado contra los ciudadanos almerienses y no se dañe nunca más a la Madre Naturaleza.

Bien, dicho esto, vamos con la lista de unos regalos que sí que nos merecemos unos ciudadanos hartos ya de comprobar que portarse bien, ser honrados y trabajar a diario no produce los resultados apetecidos. Nos referiremos, por razones de espacio, únicamente a los relacionados con el tema ferroviario sin olvidar la legendaria reivindicación de despertar del letargo para ver finalizada por fin la Autovía Adra-Motril que conecta Almería con Granada y Málaga por la costa.

•     Restauración y conservación de nuestra Estación del Ferrocarril pues forma parte del Patrimonio Histórico-Artístico de la ciudad y porque es incomprensible que un edificio de reconocida belleza y gran valor cultural pueda quedar en el espacio vacío del olvido. No conozco a ningún ciudadano que no se quede perplejo al ver cómo este gran monumento, emblema de la arquitectura del hierro, se ha convertido en un depósito de basura visto desde arriba. Vergüenza le tenía que dar a cualquier responsable público de mantener cerrado un edificio al que, como en numerosas ocasiones hemos comentado, se le pueden dar múltiples usos.

        El Tranvía, ese  futuro soñado para fabricar una ciudad transitable, fluida, sin agobios de tráfico, con menos contaminación, sin atascos y, en definitiva, más humana.

        Proyecto del tren de cercanías entre Santa Fe-Alhama y Almería que uniría y solucionaría los problemas de tráfico del Bajo Andarax con la capital.

        Desde finales de los noventa venimos clamando y dando razones para justificar la necesidad del Soterramiento del ferrocarril a lo largo de todo el término municipal de nuestra capital. Pues bien, ya no solo pasan los años sino también las décadas y ni caso.

        En cuanto al Tren de Alta Velocidad me limito a citar mis propias palabras de otros escritos: Nos causa sonrojo observar que nuestras infraestructuras son prácticamente las mismas que cuando surgió el tendido ferroviario hace más de un siglo. ¿Quién va hoy en tren a Barcelona? Nadie porque ¿Cuándo llegaría a su destino? ¿12-13 horas después? Es increíble que no tengamos enlace ferroviario directo con Murcia y que para llegar a Valencia, por ejemplo, tengamos que seguir el trayecto Almería-Granada pasando por Linares y Ciudad Real para, por fin, continuar dirección a la capital del Turia.

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