Youssef Zoubair
Militante Socialista
Es interesante conocer la opinión de muchos militantes socialistas sobre su preferencia al liderazgo que nuestra organización nos solicita. Sabemos que son dos los que se presentan, sabemos que cada uno lleva un programa de acción, de idearios, de camino para el caminante… En dichos idearios se han planteado muchas propuestas con sus respectivos debates, pero creo que a veces este trabajo pasa casi de puntillas. Las respuestas que quedan al aire, entre otras, son si optarán para que seamos directamente los militantes los que votemos en unas “próximas” al secretario general, si somos socialistas o socialdemócratas, si la economía dice, si la economía manda, si la economía vive…
Yo, militante en riesgo por la ansiedad suscitada por líderes locales, provinciales y regionales quiero ser útil a mi partido, pero también a una sociedad que pregunta. No me lo ponen fácil. Hablar se convierte en un reto, plantear ideas es mirar desde el suelo a titanes de barro, apoyar es ser ignorado si no estoy en línea… Este yo, militante, se reconoce en la tranquilidad política, en el paso a paso, en los cimientos de una organización centenaria, en los fallos y en aciertos, se reconoce en la ilusión que despertó y despierta en mí el que fue candidato socialista a la presidencia del gobierno. La P de político que quiero se tiene que escribir con mayúsculas, me tiene que decir que escucha, y vuelve a escuchar, que sabe y que quiere aprender, que no necesita nada y que busca por y para todos…
Necesito su tranquilidad cuando me hable, la rabia cuando se luche contra políticas conservadoras, que me mueva si se trata de derechos sociales y laborales. Yo, militante despierto, ya no aguanto juegos pasados, ni juegos creados, yo, militante socialista, quiero para la sociedad, mi sociedad, políticos con P. Hoy P de político lo encuentro en Alfredo Pérez Rubalcaba, mi candidato, mi preferencia; si pudiera, mi voto. No puedo obviar su valentía, es parte de las personas dignas, no puedo obviar su creencia, una creencia real en un país necesitado de progresismo socialista. Llámenlo hombre experimentado con E, algo que está hoy en día denostado por un mundo ávido de actualidades y novedades… Llámenlo hombre de partido y socialista con S, por encima de intereses propios, y al servicio siempre del PSOE. Llámenlo honrado, con H, el gran miedo de la derecha, al no poder hacer daño a un hombre con cimientos de verdad y justicia.
Llámenlo como quieran, con todo el abecedario, hoy, más que ayer, un liderazgo de Alfredo Pérez Rubalcaba es hacer y seguir haciendo fuerte al PSOE, mi partido, con P.
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