José Luis Sánchez Teruel
Secretario General del PSOE
Desde que hace poco más de tres semanas Mariano Rajoy tomó posesión como presidente del Gobierno, ya ha engañado el Gobierno del Partido Popular tres veces a los españoles. Un engaño a la semana es la medicina que nos están aplicando para salir de la crisis. El primero de los engaños políticos del nuevo Gobierno ha sido subirnos los impuestos, tanto en la renta de los trabajadores como en la contribución urbana (IRPF e IBI), y todo ello a pesar de su repetida afirmación de que no nos subirían impuestos. Pese a este flagrante engaño a los ciudadanos, Javier Arenas, tomando a los andaluces por tontos, asegura que si es el próximo presidente de la Junta no subirá los impuestos ni hará recorte alguno a los ciudadanos.
Este primer engaño del nuevo Gobierno de España les llevó a cometer el segundo de los engaños, claro. Para intentar justificar el primero dijeron que lo hacían porque el déficit del Estado era superior al que el PP esperaba y todo ello por culpa de las Comunidades Autónomas, algo que según el Partido Popular no conocían. Los podríamos creer si el PP no fuera el partido que gobierna en la mayoría de las Comunidades culpables de ese mayor déficit, la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia, Galicia, las dos Castillas, entre otras, con las que se reúne habitualmente. Por si estos engaños fuesen pocos, el Gobierno del Partido Popular ya ha puesto en marcha un tercero: prometieron eficacia, medidas urgentes contra el paro y para incentivar la economía, y sin embargo, el Gobierno de Rajoy ya ha dicho que tendrán que esperar tres meses (a que pasen las elecciones andaluzas, ¡ahí está el tercer engaño!), para aprobar las cuentas y tomar nuevas medidas, que no dicen por táctica electoral, por temor al coste en votos que pudieran tener para Javier Arenas, que es ahora mismo lo único que le preocupa al Partido Popular.
El "eficaz" Ministro Montoro va a retrasar tres meses la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2012 y las nuevas medidas, hasta después de las elecciones andaluzas, para que los andaluces acudamos a las urnas sin saber los nuevos recortes y sablazos contra las clases medias trabajadoras que piensan aplicar. Un gobierno claro, fiable, transparente, eficaz y eficiente, ante esta crisis, no puede tardar tres meses en hacer unos presupuestos o en tomar las medidas que piensan tomar (dos ejemplos: la constitución se cambió en una semana y Rajoy nos ha subido los impuestos en una semana), ni puede condicionar su trabajo a los intereses electorales de Javier Arenas en Andalucía. Este es el tercer engaño, que no podemos consentir.
Este primer engaño del nuevo Gobierno de España les llevó a cometer el segundo de los engaños, claro. Para intentar justificar el primero dijeron que lo hacían porque el déficit del Estado era superior al que el PP esperaba y todo ello por culpa de las Comunidades Autónomas, algo que según el Partido Popular no conocían. Los podríamos creer si el PP no fuera el partido que gobierna en la mayoría de las Comunidades culpables de ese mayor déficit, la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia, Galicia, las dos Castillas, entre otras, con las que se reúne habitualmente. Por si estos engaños fuesen pocos, el Gobierno del Partido Popular ya ha puesto en marcha un tercero: prometieron eficacia, medidas urgentes contra el paro y para incentivar la economía, y sin embargo, el Gobierno de Rajoy ya ha dicho que tendrán que esperar tres meses (a que pasen las elecciones andaluzas, ¡ahí está el tercer engaño!), para aprobar las cuentas y tomar nuevas medidas, que no dicen por táctica electoral, por temor al coste en votos que pudieran tener para Javier Arenas, que es ahora mismo lo único que le preocupa al Partido Popular.
El "eficaz" Ministro Montoro va a retrasar tres meses la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2012 y las nuevas medidas, hasta después de las elecciones andaluzas, para que los andaluces acudamos a las urnas sin saber los nuevos recortes y sablazos contra las clases medias trabajadoras que piensan aplicar. Un gobierno claro, fiable, transparente, eficaz y eficiente, ante esta crisis, no puede tardar tres meses en hacer unos presupuestos o en tomar las medidas que piensan tomar (dos ejemplos: la constitución se cambió en una semana y Rajoy nos ha subido los impuestos en una semana), ni puede condicionar su trabajo a los intereses electorales de Javier Arenas en Andalucía. Este es el tercer engaño, que no podemos consentir.
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