Joaquín Abad
Periodista
Me toca administrar, profesionalmente, un periódico digital del mundo editorial. Y las noticias que vienen apareciendo, últimamente, son aterradoras para los medios informativos impresos. Vamos, que en pocos años, no queda ni uno. Y los que no sepan pasarse al mundo digital están perdidos. Las noticias de ayer, de hoy son demoledoras: cierra ADN, Público, La Voz de Asturias, la cadena MC, con unas ochenta revistas en la antigua suspensión de pagos... Y así, hasta el infinito. Paralelamente miles de profesionales, periodistas, en paro y con un futuro muy incierto dado lo que se avecina en muy pocas fechas. La caída de publicidad parece no tener suelo y la inversión en internet no es suficiente dado que durante años se ha casi regalado o malvendido por culpa de empresas de afiliación como Google, que se embolsa el 85 por ciento del ingreso y sólo reparte el 15 por ciento al editor. Pero como los llamados webmaster parecían ciegos, o tontos del bote, han llenado las sites de publicidad basura felices de que sus sites parecieran llenos de reclamos.
El problema del mundo editorial es que a principio de este siglo ya se anunció, lo dijo Bill Gates, que los dispositivos electrónicos sustituirían a los medios impresos y a los libros en esa década. Si los editores se lo hubieran tomado en serio y no insistieran con que el papel no desaparecería, ahora no estaríamos con la soga al cuello y pidiendo ayudas al gobierno para seguir recaudando lo de antes.
Como periodista también creo que culpa del descrédito de la prensa es de los profesionales, de los periodistas que han aceptado escribir al dictado de los políticos con la complacencia de la empresa editora que se enriquecía con el gobierno de turno. Como soy muy mayor, recuerdo la época dorada en que los periodistas podían presumir de ser independientes. Esto ahora es pura utopía.
La buena noticia es que ya hay una masa crítica de lectores de tabletas que se han acostumbrado a pagar por informarse en la red. En pocos años todos leeremos en dispositivos electrónicos y pagaremos. Ya lo verán.
El problema del mundo editorial es que a principio de este siglo ya se anunció, lo dijo Bill Gates, que los dispositivos electrónicos sustituirían a los medios impresos y a los libros en esa década. Si los editores se lo hubieran tomado en serio y no insistieran con que el papel no desaparecería, ahora no estaríamos con la soga al cuello y pidiendo ayudas al gobierno para seguir recaudando lo de antes.
Como periodista también creo que culpa del descrédito de la prensa es de los profesionales, de los periodistas que han aceptado escribir al dictado de los políticos con la complacencia de la empresa editora que se enriquecía con el gobierno de turno. Como soy muy mayor, recuerdo la época dorada en que los periodistas podían presumir de ser independientes. Esto ahora es pura utopía.
La buena noticia es que ya hay una masa crítica de lectores de tabletas que se han acostumbrado a pagar por informarse en la red. En pocos años todos leeremos en dispositivos electrónicos y pagaremos. Ya lo verán.
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