Los presupuestos de Diputación

Pablo Requena

Periodista

Pues sí, ya se han aprobado las cuentas del "ayuntamiento de ayuntamientos" almeriense -oséase, la Diputación Provincial- que desde este verano gobiernan Gabriel Amat (PP) y los suyos. El montante asciende a 202.277.572,26 euros (lo mismo que hay en mi cuenta corriente). El presupuesto ha salido adelante con los votos favorables del PP, que tiene mayoría absoluta, y el rechazo de PSOE e IU. Ambas formaciones alegan recortes sociales, como en la Residencia Asistida, ambigüedad en lo referido al endeudamiento, y a que está elaborado sin conocer los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y sin tener en cuenta la aportación de la Junta de Andalucía a los Planes Provinciales.

Por su parte, los populares han calificado las cuentas de "inversoras, sociales y rigurosas". Durante la sesión plenaria, que se ha prolongado durante más de tres horas y media, el diputado provincial de Hacienda, Manuel Alías (PP), ha defendido que las cuentas ofrecidas por el equipo de gobierno "cumplen con la Ley de Estabilidad Presupuestaria" además de estar "comprometidas con los municipios de la provincia" en cuanto inversión y generación de empleo. Y hasta aquí la información.

¿Mi opinión?

Pues, distando mucho de ser economista, me extraña que en plena crisis económica y cuando el PP nos está vendiendo desde el verano que el nivel de endeudamiento de la Diputación supera el 121%, se permitan aumentar las cuentas en un 6%. Aquí sí que no hace falta ser economista para ver que se están endeudando más aún, y eso choca viniendo del austero Amat. Tampoco me gusta que se despida a compañeros de profesión -algunos, además, amigos- de la emisora de la Diputación, ACL Radio.

Eso sí, a favor del PP hay que decir que está muy bien que se hayan reducido considerablemente los puestos de confianza y asesores -aunque sigo pensando que hay más de la cuenta- y que hayan aumentado la partida del Patronato Provincial de Turismo; es de agradecer, teniendo en cuenta lo mal que lo hizo el anterior gerente, el socialista Paquito Iglesias, con pufos como el de aquella factura sin pagar a Air Berlin, que causaba vergüenza ajena. Del mismo modo que digo que, como finalmente coloquen en la Gerencia del susodicho Patronato a quien todos nos olemos, que se vayan agarrando los machos. Y ella que se agarre otra cosa.

Antes de despedirme hasta la próxima entrada, comentar la risa que provocaba entre el escaso público la portavoz socialista, Esperanza Pérez, cuando decía eso de que su partido -PSOE- estaba muy preocupado con el nivel de endeudamiento de la Institución. ¡Vamos, no me jodas, con el corrículum que habéis desarrollado en la Diputación en los últimos cuatro años! Como pa no reírse...