Corresponsal de El País
Mientras la afición a las corridas de toros decae en otras comunidades, se cierran cosos y aumentan las organizaciones antitaurinas, en Almería se pretende mantener en auge la llamada fiesta nacional por encima de muchas cuestiones, sobre todo, de la situación de crisis económica. El Ayuntamiento de Vélez Rubio ha aprobado recientemente su presupuesto para 2012, de 8,5 millones de euros, e incluye una partida de 105.000 euros para levantar los cimientos de una plaza de toros. El municipio perdió en la década de los sesenta su plaza, propiedad de un particular que vendió el terreno que ahora ocupa un bloque de viviendas, y el equipo de gobierno (PP-PA) pretende regresar a los días de corridas y fiestas taurinas.
Para no desmarcarse de la corriente popular, todos los partidos incluyeron en su programa electoral la construcción de una plaza, pero al PSOE no le parece que ahora sea el momento más idóneo. "La plaza nos parece bien, pero el municipio tiene ahora otras prioridades", considera Isabel Navarro, portavoz socialista en el Ayuntamiento, donde se está recortando en personal mientras que el alcalde y los concejales "se suben el sueldo", denuncia.
Pero la devoción al mundo taurino se ha elevado recientemente aún más en la Diputación de Almería. La institución, gobernada por el PP, aprobó en el último pleno solicitar a la Consejería y al Ministerio de Cultura que la Tauromaquia y todos los festejos taurinos de la provincia sean declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Argumentan que se trata de una fiesta "arraigada y querida" en la provincia al tiempo que genera empleo. Y mucho gasto.
El Ayuntamiento de Roquetas de Mar, el segundo municipio en población de Almería, invirtió el pasado año 500.000 euros en varias corridas en las que se recaudó sólo la mitad. Además, tiene previsto aumentar el Museo Taurino, según confirmó el alcalde de Roquetas de Mar y presidente de la Diputación, Gabriel Amat (PP), a los representantes de las peñas taurinas a finales de diciembre en un encuentro en el que se gestó la idea de elevar la tauromaquia almeriense a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Marta jolines, como se nota que escribes en el País, sí escribieras en el ABC, La Razón o Intereconomía, seguro que cambiabas tu orientación profesional. La tienes tomada con el mundo de los toros.
ResponderEliminarEl día que te echen del País, di que te gustan los toros y las vacas, te pasará igual que en la Voz de Almería.
ResponderEliminarEnhorabuena, ya era hora de que alguien hablara sin tapujos sobre el tabú taurino de Almería. Joder, que en esta tierra de Dios hay temas que son intocables!!!
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