Peluquines Rajoy para todos

Marcial Vázquez

Teleprensa

Me gustaría empezar mi primer artículo del año pidiendo perdón a todos mis lectores. Y pido perdón porque cometí hace pocos meses uno de los fallos analíticos más grandes de mi corta carrera de politólogo: subestimé la capacidad del PP para engañarnos a todos. Siempre dije que Rajoy nos engañaría, pero jamás pensé que sería tanto y tan pronto. Sacar, dudo que nos saquen de la crisis, pero que nos esperan 4 años de tomaduras de pelo continuadas, eso es algo que si no fuese metafórico de aquí al 2015 estaríamos todos los españoles como perfectas bolas de billar dispuestas en el tablero de la mesa social y encantadas de que el PP siguiese jugando con nosotros para conseguir sus electorales carambolas. Ya nadie exige la verdad porque lo importante es mentir de manera aseada. Y así sucesivamente.

Este recurso de la “herencia recibida” era algo esperado, que a nadie debe sorprenderle, pero uno se pensaba que lo dejarían para un poco más adelante, cuando la crisis siguiese su curso y se vieran inmersos en sus primeros aprietos. Pero qué razón tiene aquel que dijo que no hay mejor defensa que un buen ataque, y que quien golpea primero, golpea dos veces, aunque resulta democráticamente un bochorno, hasta aquí en España, que el ejecutivo recién elegido empiece haciendo todo lo contrario de lo que había prometido y siempre había criticado, y el presidente del Gobierno vaya a consumir 40 días sin dar la cara. ¡40 días, que se dice pronto! Porque en el debate sobre las nuevas medidas económicas no va a estar Rajoy, ya que su lugar reside al lado de Sarkozy, senescal francés del nuevo “diktat” alemán. Dicen que Mariano descenderá al mundo de los comunes y nos regalará algunas sabias palabras en una rueda de prensa conjunta con el presidente francés. Así es el presidente de todos los españoles, el que prefiere aparecerse a los europeos antes que rendir cuentas a los españoles.

El problema que yo intuyo es que Rajoy ya está cansado de ser presidente. Sí, sí, ya está más que agotado. Esto suele pasar cuando alguien impulsa toda su acción vital a la consecución de una ambición de poder como ha sido el caso del líder popular. Ahora que ya ha conseguido ser presidente del Gobierno después de tantos sacrificios como hemos hecho todos porque lo sea, ¿qué hacer con su vida? No lo sabe. Se aburre profundamente, y además para esto de la política ya tiene a Cospedal y Arenas, y sobre la economía desde Bruselas nos marcan el camino a seguir.

Y no lo digo yo, lo han dicho los Ministros Guindos y Montoro, los cuales han explicado que de no haber tomado estas duras medidas fiscales y laborales desde Europa nos las habrían impuesto. Por no hablar de los mercados y la prima de riesgo, que serían de nuevo el “coco” que viene a castigarnos. ¿Les suenan estos argumentos? Sí, efectivamente, son los mismos que hasta el 20 de Noviembre de 2011 el Partido Popular utilizaba día tras día para desgastar al gobierno de Zapatero y acusarlo de insolvente económicamente y esclavo del BCE, con la famosa carta-chantaje al ex presidente socialista.

Pero lo grave del asunto no es que se hayan presentado a gobernar con las mismas recetas de Zapatero, sino que están utilizando una dialéctica política que nos lleva a pensar que algunos dirigentes del PP no se han enterado de que ya no están en la oposición. Ahí tenemos al PP de Castilla la Mancha insistiendo cada semana en que Barreda y el PSOE en general tendrían que dar gracias por no estar todos en la cárcel.

Bueno, para cárcel ya tenemos a Jaume Matas, que por ahora está en el banquillo. Como Camps, compañero de presuntas corrupciones del PP. Todo esto sirve para que el latrocinio institucional vaya perfeccionándose y en vez de dar concesiones directas a empresarios afines al partido, se los concedan a sus queridas. Al fin y al cabo todo queda en familia.

Para terminar solamente quiero dejar claro lo siguiente: la culpa de que España no cumpla con esos objetivos de déficit que son una obsesión para el PP, la tienen las CCAA con su gasto propio, la mayoría de ellas gobernadas por la derecha, con especial mención a la comunidad valenciana, donde no existe un Barreda paellero a quien culpar y querer meter en la cárcel. Aquí el recorrido es simple: Zaplana, Camps y Fabra. Así que Soraya, deja de mentirnos más aún porque el desvío de lo previsto no viene de las cuentas de Estado sino de las 10 autonomías más endeudadas del país, 8 de las cuales son vuestras.