M. A. Blanco
Periodista
Celebrado, ayer, el día de nuestro patrón, los periodistas estamos más de funeral que de celebración. Ya sabéis: medios que cierran casi a diario o están a punto, tasa de paro en escalada, ofertas de trabajo a medio camino entre la broma de mal gusto y el insulto... La crisis financiera y la lenta adaptación de los grandes medios al mundo digital tienen la culpa... En parte sí, pero hay otras causas para esta situación. Y deberían preocuparnos más.
Si un hipotético Rick Grimes español despertase de un largo coma y se encontrase con un periódico tirado en el suelo, tras leerlo se convencería de que había despertado en el lugar incorrecto. En su particular mundo de The Walking Dead. Un mundo en el que la multitud lee que el cierre de la página de descargas Megaupload ha provocado la avalancha de espectadores a las salas de cine y, con excepciones, da por buena la noticia. A pesar de que la realidad nos diga que en España la venta de entradas bajó respecto al mismo fin de semana de 2011, como viene sucediendo desde hace varios años. Si el famoso Dotcom es un ladrón o un arquetipo de la libertad en la Red es cuestión aparte.
Si unos hipotéticos Peter Bishop y Olivia Dunham españoles decidiesen tomarse un respiro y establecerse en nuestra realidad, darían por hecho que habían terminado en un mundo alternativo como los de Fringe. Solo así podrían explicarse que en los medios se estuviese ensalzando al fallecido Manuel Fraga como padre de la Democracia en lugar de describirlo como el ministro de la Dictadura que se adaptó a lo que se avecinaba y él no podía remediar. Una suerte de Zelig patrio de la política. Que también puede tener su mérito, pero es otra cosa; otra D. Peter y Olivia habrían tenido que consumir prensa extranjera, con excepciones, para descubrir que sí estaban donde pretendían.
Si una hipotética Alicia española volviese a cruzar el espejo creería que algo había salido mal. Cómo entender si no que sean más censurables para algunos medios los métodos utilizados por el juez Garzón para desentrañar el caso Gürtel que esta trama de corrupción política que afecta, como poco, a una Comunidad Autónoma a punto de la quiebra gracias a la actuación, entre otros, de los acusados. O cómo explicar que ese mismo juez vaya al banquillo por intentar esclarecer los crímenes del franquismo antes que sus presuntos autores, y además por la acusación de estos, entre otros. Incluso aunque el juez se haya extralimitado en sus funciones. Es cuestión de prioridades y de gravedad de los delitos.
Como todos sabemos que nada de esto es ficción, sino noticias relevantes de la última semana, tampoco deberá extrañarnos tanto que los lectores acaben emigrando hacia otras fuentes de información que quizás no sean todo lo fiables que se espera, pero que al menos aun mantienen el beneficio de la duda. Porque a veces, en estos días extraños, parece que los periodistas no estamos para ofrecer la noticia o incluso opinar sobre ella, sino para contar el cuento que nuestro particular público quiera escuchar.
Cuál es tu Patrón, le habrás rezado.
ResponderEliminar