Rajoy no existe

Manuel Recio

Consejero de Empleo

Después de tres consejos de ministros la peor de las sospechas se ha confirmado. Rajoy no existe. Y lo que es peor, el PP no sabe cómo salir de esta crisis. No se conoce precedente en nuestra historia democrática de un Presidente que no comparezca, ante el Parlamento o ante los medios de comunicación, en 40 días. Si es que finalmente son 40 días y no más.

Reconozco que tiene que ser duro, después de dos legislaturas intentando conseguir ganar las elecciones, llegar al poder y no saber cómo salir de la situación. Era evidente que no sabían qué hacer, pues, de haberlo sabido, lo habrían aplicado en aquellos territorios que el PP gobierna (numerosos municipios y comunidades autónomas). Sin embargo, aunque llegaron con el halo de saber gestionar mejor la economía y, por lo tanto, la crisis, la verdad es que las pruebas que están dando son justamente las contrarias.

Valencia, que hace pocos meses era el ejemplo de gestión que Rajoy iba a copiar, ha tenido que ser rescatada in extremis por el Tesoro Público de la quiebra. Los recortes que en Valencia, Murcia, Castilla-La Mancha, Madrid, Baleares… se están llevando a cabo son draconianos en comparación con los que se llevaron a cabo por los gobiernos socialistas en el peor momento de la crisis que vivimos. Incluso los que ha aplicado Rajoy desde el gobierno de la nación son impresioniantes, y anuncian, en palabras de la Vicepresidenta, que esto es sólo el principio del principio.

Los españoles estamos dispuestos a hacer sacrificios. Los llevamos haciendo desde que empezó esta crisis. Los hemos hecho toda la vida. Pero la verdadera intranquilidad viene cuando quien gobierna no tiene un plan. ¿Cómo se puede explicar que se hayan subido los impuestos cuando siempre el PP había dicho que ese no era el camino?. Es más, Rajoy, Montoro, Cospedal, Saenz de Santamaría y muchos dirigentes del PP habían basado la recuperación de la economía en el efecto beneficioso que la bajada de impuestos tendría. Pero vemos como se suben los impuestos a la clases medias y bajas de nuestro país y no a las clases más pudientes y a los bancos.

Subida de impuestos a los que menos tienen y desaparición de servicios sociales que dan seguridad y tranquilidad a la ciudadanía, es lo que el PP ha hecho hasta el momento.

Esta falta de proyecto ya fue anunciada por Felipe González y se está evidenciando. La preocupación de los españoles va en aumento como demuestra el último barómetro del CIS. En política lo dificil no es llegar, sino mantenerse. Sobre todo en las circunstancias actuales en las que cada minuto de gobierno es escrutado por los electores y por los mercados. Apelar a la herencia recibida es un recurso de mediocres o de personas que no saben labrar su futuro. Y meter miedo a la población para tratar de tanquilizar a los mercados es una alternativa que no da resultados positivos para el interés general. Ni en términos económicos y en términos democráticos.

Rajoy tiene que tomar el timón de esta situación. Tiene que explicar a la ciudadanía cuál es el plan que tiene para sacar de esta situación a España. Los planes con los que se presentó a las elecciones del 20N han sido enmendados en su totalidad, por su propio gobierno, con las medidas tomadas en sus primeros consejos de ministros. Y si no lo hace por la obligación política, los mercados le obligarán. Debe decir, al menos, cuál es su política de empleo, su política económica y de competitividad para este país y cómo piensa reconfigurar el sistema financiero español.

Debe mostrar que Rajoy existe y no tener miedo a capitanear esta gran nación que es España.