Temores y promesas

José Fernández
Periodista

Creo que no merece la pena detenerse mucho en las declaraciones del consejero de Cultura de la Junta, Paulino Plata, en las que manifestaba su temor a que los recortes del Gobierno pudiera acabar afectando a las obras de remodelación del Cable Inglés. Teniendo en cuenta que la Junta acumula veinte años de retraso para acabar unas obras prometidas para el año 1992, sólo cabe felicitar al señor Plata por su retrechera facundia y su acrisolado desparpajo. Pero como ya digo que no tiene sentido volver a esta historia de abandono y herrumbre, me pregunto si el señor consejero tiene algún tipo de temor por el estado de otras obras: las de remodelación de la Casa Consistorial anunciadas en 2000 para estar listas en los Juegos Mediterráneos de 2005. Sería interesante conocer la opinión de don Paulino. Y es que un consejero que muestra tanto interés por el estado de un Bien de Interés Cultural de uso nebuloso como el Cable, quizás tenga algo que decir respecto de una actuación que permitirá a los almerienses un uso tan concreto como tener a su Ayuntamiento de vuelta a su ubicación histórica.

Sería muy instructivo saber si al señor consejero le parece razonable que los almerienses no sólo acumulemos siete años de espera en las obras de la Plaza Vieja, sino que afrontemos además un horizonte incierto en cuanto a la conclusión de una segunda fase que tiene toda una guarnición de incertidumbres. Pero a diferencia del sr. Plata, yo no albergo ningún temor respecto de la obra. Si la Junta ha dicho que la termina, podemos estar tranquilos. ¿Acaso ha incumplido la Junta de Andalucía alguna vez alguna promesa?

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