Dos cine-clubs, en Almería

Miguel Ángel Blanco Martín
Periodista
Miembro de la Asociación de Escritores y Críticos Cinematográficos de Andalucía


El Cine-Club Universitario de Almería ha resucitado. Así de repente y sin avisar. El Cine-Club Universitario, que había sido oficialmente condenado por los recortes de la crisis, reaparece este jueves (2 de febrero), en el salón de actos de Cajamar (Casa de las Mariposas) con la proyección de Chico & Rita, película de animación de Fernando Trueba y Javier Mariscal. Hasta aquí, aparentemente todo normal, una noticia que amplía el territorio de oportunidades a la cultura cinematográfica en Almería. Habrá que felicitarse inicialmente, porque así hay más oportunidades para ver ese tipo de cine que, salvo excepciones, se echa en falta en la cartelera.

Lo sorprendente es que esta resurrección del Cine-Club Universitario se hace sobre la imagen del anterior Cine-Club Universitario, que no ha muerto sino que tuvo que someterse a un cambio de denominación después de que el Vicerrectorado de Extensión Universitaria (responsable de las actividades culturales de la Universidad) informase, a principio de curso, a los coordinadores del Cine-Club (La Factoría), que ya no podía seguir respaldando económicamente las actividades del mismo. Y entonces el Cine-Club Universitario pasó a denominarse Cine-Club Almería. Salvo el nombre, hasta ahora, todo ha seguido igual: programación en el Teatro Apolo (el Ayuntamiento de la ciudad ha mantenido su colaboración), las proyecciones semanales de películas siempre interesantes, con un gran abanico de la realidad actual o clásica del lenguaje cinematográfico y la asistencia de un público numeroso y siempre fiel, que busca otro tipo de cine y lo encuentra aquí. La novedad es que tras la retirada de la ayuda económica de la Universidad, es la Fundación Cajamar la que ha contribuido a la supervivencia del Cine-Club de siempre.

Este jueves, pues, hay cita, con el Cine-Club Almería, en el Teatro Apolo, con la película Nader y Simin, una separación, del cineasta iraní Asghar Farid. La película llega con los avales del Festival de Berlín (2011) y el reconocimiento de la crítica de New York y del cine independiente de Gran Bretaña.

Hasta aquí, pues, todo normal. Aparentemente. Pero nadie puede negar algo extraño en esta resurrección del Cine-Club Universitario. Primero, porque si no había dinero disponible para el curso del Cine-Club Universitario, hace unos meses, no se entiende por qué sí lo hay ahora. Alguien podría pensar que, si al cabo de unos meses sí es posible ayudar económicamente al Cine-Club, pues se llama a los coordinadores y se les dice que ya se ha arreglado el problema, que sí hay dinero. Y aquí no ha pasado nada. Y si se trataba de cambiar el sentido de la programación de cada año, bastaba con sentarse con los responsables del Cine-Club y plantear cambios y nuevas líneas de proyección cultural.

La cuestión es que el Cine-Club Universitario resurge con otra coordinación, que no se ha desvelado por el responsable cultural de la Universidad. No se sabe quién dirige y cómo el “nuevo” Cine-Club Universitario. Y además con una programación diferente, con distintos ciclos: películas premiadas con el Goya, cine italiano, cine alternativo, la cuestión de Eta en el cine y, cómo no, un ciclo dedicado a Almería en el Cine. Se dice que la programación incluye un curso, al que se puede inscribir quien lo desee pagando una matrícula. Pero no se ha informado en qué consiste el curso, quiénes impartirán las clases, los temas a exponer, etc. En principio es buena idea. El cine necesita estudio y debates, una reflexión colectiva, más allá de lo personal e íntimo en la sala oscura. Así se ha entendido siempre la razón de ser de los cine-clubs. Y por eso surgieron. Y si hay un espacio que justifica la existencia de cualquier cine-club es precisamente el universitario, como instrumento importante para sacar del sopor a la masa estudiantil almeriense, en líneas generales. En fin, lo normal de un curso, en este caso, sobre cine. Y eso exige inversión económica de la Universidad lógicamente. Qué mejor inversión que la destinada a la educación.

Pero los interrogantes siguen, porque la programación del Cine-Club Universitario resucitado se hace también los mismos días (jueves) y pase (20.00 horas), que el Cine-Club Almería, aunque éste tiene un segundo pase a las 22.00 horas.

Y así, de momento, están las cosas, con la duda reiterada: si no había dinero para La Factoría, uno no se explica por qué lo hay para otro proyecto con los mismos fines. Pues eso, que ahora en Almería vamos a tener dos Cine-Clubs para competir sin saber exactamente en qué. Digo yo, sin ánimo de ofender, porque en estas propuestas críticas nunca se sabe, que la Universidad de Almería podría dar una explicación.

1 comentario:

  1. Responderá muchas de tus dudas saber que detrás de la gestión del nuevo Cineclub está tu compañero "periodista" y "empresario" Diego García Bravo

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