Pablo Requena
Periodista
20 de octubre de 2009, una fecha grabada a fuego para muchos almerienses en general y ejidenses en particular. Aquella soleada mañana se producían, dentro del marco de la “Operación Poniente”, registros y detenciones en el Ayuntamiento que por entonces gobernaba, con mayoría absoluta, el díscolo e irreductible Juan Enciso. Ni hoy ni mañana se cumple ninguna efeméride relativa a este tsunami político, económico y judicial que, de primeras, condujo al arresto de 20 personas -entre ellas el cerril Pepe Alemán y el propio Enciso-. ¿Por qué escribir entonces sobre la Operación Poniente? Pues a cuento de poner en solfa la excesiva tardanza de la Justicia, una vez más, a la hora de esclarecer determinados asuntos. Porque, señores, a mí me hierve la sangre cada vez que me cruzo por la calle con el susodicho Alemán y su sonrisa de oreja a oreja, mientras no vemos visos de que se vayan a producir novedades respecto a la Operación Poniente a corto o medio plazo. Una Operación que, recuerden, investiga el desfalco de muchísimo dinero que es de todos los almerienses. Y vamos para tres años ya.
Pepe Alemán |
Que el señor Alemán tiene derecho a pasear por la calle no lo niega nadie, como tampoco niego que el pago de los 600.000 euros de fianza para que ello sea posible huele a queso Cabrales. ¿De dónde saca un interventor municipal de un ayuntamiento tal montante? De negocios limpios, segurísimo. De los mismos negocios, probablemente, de los que Juan Enciso pagó los 300.000 para salir de la cárcel bajo la condicional y para poder, por ejemplo, conducir su quitanieves con total libertad hasta que se manifieste de nuevo la Justicia. Ya puede nevar en Laroya...
Desde luego, si estos dos personajes fuesen inocentes de todos los cargos que se les imputan -cosa que, supongo, habrán notado que yo no creo- deberían ser los primeros interesados en pedir celeridad al Juzgado encargado del caso para poder limpiar su nombre de una vez. Pero lo cierto es que, hasta la fecha, no he escuchado a ninguno de los dos decir nada en ese sentido. Y no me sorprende lo más mínimo.
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