Griñán hace autocrítica

Lourdes Lucio
Periodista

Los socialistas andaluces han decidido no autolesionarse más, tras un mes intenso de agresiones entre ellos mismos que ha dejado al PSOE con un estado de plaquetopenia severa a cinco semanas de las elecciones autonómicas del 25 de marzo. Ese es el tiempo que disponen para hacer creíbles sus propuestas a los ciudadanos y evitar el triunfo por mayoría absoluta del PP como vaticinan las encuestas. Como han hecho casi siempre, aprobaron por aclamación sus listas al Parlamento de Andalucía en un acto en el que no asistieron todos los convocados.

El ambiente que se respiraba en el comité director no era festivo ni alegre. Más bien de desánimo, como quizás pudo percibir la vicesecretaria federal, Elena Valenciano: “Si no ganamos que no sea por no tener ganas o de falta de convicción. No dejaros batir ni abatir”, dijo de manera enérgica. La número dos la ejecutiva federal admitió que si el PSOE andaluz pierde el 25 de marzo provocará “un impacto moral de debilitamiento” en todo el PSOE, pero además habrá dejado a este partido sin “la prueba” de que existe otro modelo para combatir la crisis.

Nadie tomó la palabra tras la intervención del secretario general y candidato a la presidencia de la Junta, José Antonio Griñán, tras el acuerdo alcanzado por unanimidad el día anterior sobre las listas que supuso modificar las de Sevilla y Cádiz para introducir los cambios que quería Griñán.

El presidente andaluz reconoció errores en este tiempo en el que PSOE se dividió en dos en el 38º congreso federal entre los partidarios de Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón y en la elaboración de las candidaturas. “Algo hemos hecho algo mal estos días. Hay que corregir y rectificar errores, porque los errores son irremediables cuando no se admiten o no se corrigen”.

Griñán era consciente de que sus palabras podían interpretarse de muchas maneras. Él mismo abrió el abanico al asegurar que al reconocer las equivocaciones “habrá quien quiera hacer caja, leer entre líneas y habrá quien quiera verlo como un signo de debilidad”.

Era una autocrítica global y colectiva, como después aclaró a algunos periodistas, cuando le preguntaron si achacaba esos errores a su secretaria de Organización, Susana Díaz, a la que muchos en este partido señalan como el brazo ejecutor de una estrategia desacertada. “Lo digo por mí, por Susana [Díaz], por [José Antonio] Viera, por todos”, contestó Griñán de manera tajante. Aludía de esta forma al espectáculo que han dado los socialistas con la lista de Sevilla, la única en la que se debería haber preservado la paz interna aunque solo fuera porque la encabeza el candidato a la presidencia de la Junta. De hecho, Griñán contó a los periodistas que dio órdenes tanto a Viera como a Susana Díaz para que incluyesen en la candidatura sevillana a la consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo, quien no figuraba ni en la propuesta de lista del dimitido secretario general del PSOE de Sevilla ni tampoco en la que finalmente salió aprobada con el voto de algo más de un tercio del comité provincial. El presidente añadió que también había hecho saber que quería contar con Miguel Ángel Vázquez, secretario de Comunicación del PSOE andaluz, en la lista, algo que no se ha producido.

Lo que no contó es por qué no le hicieron caso en primera instancia, como sí le hicieron otros secretarios generales provinciales. En este sentido, Griñán aseguró que la presencia de Fuensanta Coves en Almería, de Manuel Gracia en Córdoba y de Paulino Plata en Málaga fue porque así lo quiso él. También en Jaén, la presencia de Mar Moreno y de Antonio Ávila puede atribuírsela el presidente andaluz. En el caso de Aguayo su inclusión se produjo en el último momento, durante la elaboración del dictamen de la comisión regional de listas del pasado martes. Hubo cambios en Sevilla y también en Cádiz, donde Griñán situó en los seis primeros puestos de la lista al consejero de Gobernación y al delegado del Gobierno andaluz en esta provincia.
(El País)

1 comentario:

  1. Si tuviera vergüenza, Griñan tenía que reconocer la corrupción de loe ERE y presentarse a declarar voluntariamente ante la Jueza Alaya en vez de ocultar lo que empieza a ser evidente...

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