La papeleta del PSOE de Almería/Andalucía

Rafael M. Martos
Director de Noticias de Almería
Susana Díaz estaba muy enfadada y no lo ocultaba. Es más, dejaba en evidencia el inmenso cabreo que tenía con lo que estaba pasando en Almería. José Luis Sánchez Teruel intentaba en vano hacerle entender cual era la situación real, o al menos la que él entendía como real, pero ella sólo quería escuchar que Almería estaba con Carme Chacón. Necesitaba oir que Almería era "chaconista", de ello dependía su propio futuro político, pero una vez más, el político presiona hasta tal límite para escuchar lo que quiere, que olvida que de esa manera sólo se engaña.
ST se vio forzado a hacer llegar a los medios de comunicación el mensaje de que mayoritariamente los delegados socialistas al 38º Congreso Federal estaban con Chacón, pero el sabía que no era así, aunque algunos periodistas se lo compraron con gran entusiasmo, siempre dispuestos a colaborar. Su número dos, el secretario de Organización, Juan Carlos Pérez Navas, se había esforzado personalmente en traer a Alfredo Pérez Rubalcaba a esta provincia después de la visita a Olula de su rival, y no dio crédito al leer en la prensa las declaraciones de su secretario general, como le sucedió al presidente del PSOE provincial, Antonio Bonilla. Ambos se dieron cuenta de que era un error ese pronunciamiento a dos días del Congreso teniendo en cuenta cómo estaban las cosas en Almería, pero José Luis no pudo resistir más tiempo la presión. Almería "era" de Rubalcaba, pero que los críticos a la actual dirección hubieran dejado traslucir que ellos "eran" los auténticos "rubalcabistas", ponía en una posición compleja a los demás, que se veían tachados de "chaconistas" sin haber abierto la boca.
ST siempre había dicho que "Almería" estaría con lo que dijera Pepegriñán, y afortunadamente para él, mientras mantuvo su "neutralidad activa", pudo mantener la incógnita, pero llegaba el momento decisivo y Chacón exigía explicitar el apoyo. Pepegriñán de presidente del PSOE en sustitución de Manuel Chaves, y Susana Díaz de secretaria de Organización, era un precio demasiado alto por una "neutralidad activa" insustancial. Por tanto, Pepegriñán y Díaz también se encontraron en la encrucijada de tener que pronunciarse. Ellos también sufrieron la presión y tuvieron que retratarse. La victoria de Rubalcaba significa que pierde la candidata de Pepegriñán y de Sánchez Teruel. Eso, en principio, no debería significar más que eso, pero la realidad es otra muy distinta.
Los delegados almerienses no lo tuvieron fácil. Si Díaz le echaba en cara a ST que la lista no fuera íntegramente de Chacón, más aún le exasperaba que ni tan siquiera los "oficialistas" se hubieran decantado por la catalana. La única baza que le quedaba era cobrarse la deuda pendiente.
La mujer fuerte del socialismo andaluz era consciente de que la actual ejecutiva almeriense es obra suya, y por tanto que si ella cae, caen ellos. Y ellos también lo sabían. Los "rubalcabistas" de Almería pero a la vez oficialistas sabía que si ganaba Rubalcaba, tendrían un problema. Menos mal que el voto es secreto y ahora seguro, seguro, que todos afirmarán haberle votado... pero seguro, seguro que más de uno no lo hizo.
El secretario general del PSOE-A y candidato a la elección (re-elección obviamente no, ya  que los andaluces no lo eligieron) en las autonómicas se ha quedado fuera de juego, ha perdido, y Chacón ha perdido porque los socialistas andaluces no han votado en bloque una única candidatura, porque han estado divididos. Obviamente Griñán no controla el partido del que es secretario general, y eso es grave a mes y medio de las elecciones. Sánchez Teruel se encuentra en una situación similar, y hay que recordar que dentro de no mucho tiempo ha de producirse un congreso provincial ordinario en el que él podrá o no presentarse a la reelección y podrá en su caso ganar o no. 
Frente a ST están los de Martín Soler, Diego Asensio y Joaquín Jiménez, reconfortados por la victoria de Rubalcaba, o no tanto por ella como por el hecho de que haya perdido la de Griñán. Pero no es menos cierto que aquí, en Almería, siguen estando de un lado unos y de otro otros. Habrá que esperar al batacazo del PSOE en las autonómicas, y si es tan estruendoso como en España, resurgirán los fantasmas del pasado, pero si al menos puede gobernar con el apoyo de IU... los fantasmas dejarán de serlo para sencillamente ser carne trémula.

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