La universidad no es para aprehender

Antonio Felipe Rubio
Periodista

Este periodo de contagio de austeridad, escenificada y sobreactuada a veces, y obligada por necesidad en la mayoría de los casos, nos muestra escenarios de verdadero pillaje. Ahora, con las nuevas tecnologías, lo más cool es fardar de tablets y terminales de Smartphone, sin menosprecio del siempre codiciado coche oficial. Las denuncias del PP (Nuevas Generaciones) sobre gadgets y otras prebendas del vicerrector de la UAL (Pepe Guerrero) quedan en anécdota al conocerse el desglose de los presupuestos de la Universidad, que destina más dinero a propaganda que a los proyectos de investigación e incrementa ¡un 100%! los gastos de protocolo. Así se entiende que no seamos líderes en novedosas aplicaciones agrícolas, pero sí expertos en cuchipandas de excelencia. Que el vicerrector posea tres iphones, tiene su justificación; como la tenían los dos asesores de cambio climático en Diputación: uno para el frio, otro para el calor.

En cuanto al email enviado a todos los alumnos matriculados en el vigente curso, apesta a campaña electoral. Estas “facturas virtuales” tienen efecto en los poco avisados que pudiesen desconocer los conceptos de riqueza redistributiva y la financiación de los servicios públicos que se nutren de los impuestos de los contribuyentes. En definitiva, es un insulto a la inteligencia. Imaginen a un alumno de Empresariales que se desenvuelve en complejos conceptos de Estadística y Economía descubriendo, ahora, que la Junta de Andalucía sufraga una parte del coste de sus estudios por tratarse de una universidad pública. Esto es una regresión parvularia insultante, pero todo cabe en campaña. Podría tener alguna justificación esta ociosa información en el momento de formalizar la matrícula, pero a dos semanas del comienzo de la campaña, lo dicho, apesta a electoralismo.

Evidentemente, la UAL está fuertemente politizada y, para menesteres extraacadémicos, ha de provisionar los suficientes fondos de maniobra que conduzcan al sostenimiento de la ocupación política de la institución; de ahí el mayor presupuesto en propaganda, protocolo y sinecuras a afectos. Lo que parece -hasta ahora- contradictorio es la permisividad y la inerme actitud del PP en el proceso de ocupación de la UAL por el PSOE. Y más incomprensibles han sido los gestos de complacencia y almibarados ditirambos hacia los candidatos socialistas al rectorado provenientes de dirigentes populares; así, la resultante es un paseo militar y… el que la lleva la entiende, aunque resulte un arcano para los no iniciados. Y es que para aprender, nada mejor que la universidad; y, para aprehender, pues unas mejor que otras.

3 comentarios:

  1. Por lo leido, lo que le molesta a D.Antonio Felipe Rubio es que domine la ideologia socialista a la popular. Creo que la Universidad debe de ser la cuna de la contestación y el progresismo. Para conservadurismo ya están las demás instituciones.

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  2. Anónimo a D. Antonio seguro que lo que lo molesta es que haya tontos en la Universidad, que nada tiene que ver con el progresismo.

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  3. Tonto es el que dice tonterias (sic.F. Gump). Pues, eso.

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