Pleno en campaña

Teleprensa
Editorial

No necesita de nadie con lo que el camino está más que allanado para sacar adelante todo cuanto se le ponga por delante. El Partido Popular ha dado hoy el visto bueno a los Presupuestos de la Diputación de Almería haciendo uso de su superioridad numérica y en contra de lo que opinan el Grupo de Izquierda Unida y el Socialista, quienes ya han mostrado sus recelos a cómo se van a cubrir los servicios públicos cuando se produzcan bajas y sus temores a que se siga prescindiendo de mano de obra.
Pleno de la Diputación de Almería
Pero más allá de lo aprobado, lo que evidencia el Pleno de hoy es la manera de gobernar de un presidente que lo es también de su partido además de primer edil del tercer municipio de la provincia de Almería. Así, Gabriel Amat no permite que se produzcan interrupciones en el uso de la palabra y se muestra contundente. Aconseja que cada cual aguante el rapapolvo que le toque en cada momento 'y si no, los pongo en la puerta', 'asín de claro' ha apostillado en varias ocasiones. Bueno, pues nada que el debate sí pero organizado.

También ha sido el reflejo de que estamos a falta de mes y medio para unos nuevos comicios, en los que el PP se juega mucho, más incluso que el PSOE, y la institución provincial la han convertido hoy en el mejor estrado para dar un mitin. Amat no ha dudado en aprovechar su condición de presidente para rematar cuantas intervenciones ha querido y dejar muy claro lo bueno que es el PP ahí donde está aunque todo humano puede cometer errores.

El tema de los Eres, que entra  con calzador en un pleno de la Diputación de Almería, ha permitido no sólo que se hable y se haga demagogia sobre el dinero defraudado sino  incluso que el PP saque adelante una moción en la que se propone crear un fondo social con el dinero que se obtenga una vez se depuren responsabilidades y los autores lo devuelvan. Vamos, que nos hemos saltado unas cuantas sesiones judiciales pero la 'oferta' ya está sobre la mesa para cuando toque.

Además unos han reprochado a otros lo mal que lo hacen y los otros han argumentado que ellos lo hicieron peor. Y como por arte de magia, el vicepresidente y portavoz de la institución ha sacado una facturilla de apenas 54 euros para incidir una vez más en el despilfarro socialista. Lo que no se explica aún es por qué a estas alturas nadie sigue tirando hacia atrás en el tiempo para buscar los justificantes de ciertos viajes a Italia y Melilla de los que tanto se habla en Diputación y que sonrojan más que 54 euros en una comida.

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