Que no vendan burras

Pablo Requena
Periodista

Más de uno intentará introducir, en la próxima campaña electoral que sufriremos los andaluces, temas como lo malos que son los empresarios, los bancos, la Iglesia, y la gente de derechas en general. Sin embargo, y desde mi humilde punto de vista, los cuatro grandes palos sobre los que cualquier partido que no sea el PSOE debe basar esa campaña son, por este orden; paro, fondo de reptiles, retrasos en todas y cada una de las obras públicas e impagos por doquier.

En cuanto al paro, muy pocos ignoran que Andalucía es la región española y europea con más desempleo, superando en 50% de paro juvenil. Y es que actualmente somos más de 1.200.000 andaluces los que estamos sin trabajo, y además, con pocas o ninguna expectativa de encontrarlo. Asimismo, el problema del paro se puede unir con la famosa trama de los EREs fraudulentos y el fondo de reptiles -certera denominación- que surgieron en la Consejería de Empleo de la Junta, o lo que es lo mismo, en las oficinas donde supuestamente debieran combatir con entusiasmo ese colosal desempleo andaluz. Claro que, según parece, allí sólo había entusiasmo cuando -supuestamente- se ponían de coca y se iban de putas a costa del contribuyente, o se concedían a los amiguetes los fondos que debían ir para los que estamos sin trabajo. Desde luego, por cosas así se pueden perder elecciones, pero nunca la vergüenza. Difícil es perder lo que no se tiene.

Lo de los retrasos de las obras públicas de la Junta de Andalucía, pues qué quieren que les diga… obviando algunas históricas como la A-92, que tardó 10 años más de lo prometido, hoy por hoy no tenemos hospital materno infantil (prometido para finales del año pasado), ni autovía del Almanzora (prometida desde principios de los 90), ni Plaza Vieja de la capital (¿para el 2005?) ni solución a la Balsa del Sapo en El Ejido (más de una década con inundaciones) ni las variantes de Roquetas y Albox, ni el cable Inglés… Y si entramos en cómo de bien cuida y gestiona nuestro patrimonio histórico la Junta de Andalucía, apaga y vámonos; el cortijo del Fraile está en ruinas, las murallas de la Alcazaba se caen, al igual que el palacio del Almanzora, y el resto de atractivos –véase el castillo de Los Vélez- no se ponen en valor.

Otro casos que no deberían ser secundarios, pero que en la Andalucía de hoy y con las circunstancias actuales, tristemente lo son: el tremendo fracaso escolar que padecemos, la ley del enchufismo que nos están colando, la pésima gestión agrícola o la deficitaria –por decirlo finamente- política urbanística de la Junta, con el Algarrobico que al principio sí pero ahora no, los derribos de casas a los guiris antes y las regularizaciones de última hora. Pero como digo, esto son “minucias” en la Andalucía imparable de Griñán y cía.

1 comentario: