Querellator

Teleprensa

Editorial

El anuncio de querella que acaba de lanzar el presidente del Partido Popular en Andalucía, Javier Arenas, contra el secretario general del Partido Socialista en Almería, José Luis Sánchez Teruel, muestra varios detalles del carácter del político sevillano, aunque adscrito a la provincia almeriense. La primera es que encaja muy mal las críticas. Hay que tener en cuenta que Sánchez Teruel ha hecho un artículo de opinión en un medio de comunicación local (http://www.laopiniondealmeria.com/2012/02/la-historia-del-sueldo-de-arenas.html), es decir, que no se trata, por ejemplo, de una intervención en un Parlamento andaluz con medios de comunicación de toda la región además de algunos nacionales haciéndose eco de unas palabras molestas y novedosas. Al final tampoco parece que la falta vaya mucho más allá de algo bastante propio en precampaña electoral. En su beneficio también hay que argumentar que no es el único del PP al que no le gusta estar en el blanco de la crítica, y de ello cada vez somos más los que nos hemos percatado.

Otra cosa que nos desvela es que el anuncio de esta querella no deja de ser uno más y que este recurso del señor Arenas de tan manido que está le ha valido el honorable nombramiento de Querellator, que al parecer es como se le conoce en el Parlamento andaluz. Mal va a comenzar su mandato el que se proclama como próximo presidente de la Junta si va con mote incluido en el cargo. Además de poco talante y un oportunismo político mal entendido -porque con estos anuncios, por mucho que se quiera buscar portada, es difícil que se consiga un mayor respeto de la oposición y difícilmente va a obtener más votos-, Arenas es de los que prefiere atorar los ya saturados juzgados con berrinches de patio de colegio en vez de hacer uso de la diplomacia, base de la política.

En definitiva, que el líder popular parece dispuesto a matar moscas a cañonazos. Con lo fácil que hubiera sido una réplica en el mismo medio.