26-M

Pablo Requena
Periodista

Algunas conclusiones del resultado de las elecciones andaluzas:

Ha debido calar en la gente. Me refiero a lo “Andalucía por el camino seguro”, ese eslogan que el PSOE ha utilizado esta campaña en nuestra tierra y que no le ha salido nada mal, tal y como pintaban las cosas: el camino seguro al desempleo, a los fondos de reptiles, al nepotismo, enchufismo, despilfarro, impagos, mentiras, obras que se prometen y no se hacen, o se hacen tarde y mal, etc.

Sí hay quinto malo. Esta era la cuarta ocasión en la que Javier Arenas se postulaba a presidir Andalucía, y ni con todo a su favor lo ha logrado. Ha sido el más votado pero no lo suficiente. No creo que la culpa sea exclusivamente suya, pero detesto a los políticos que están siempre en política y que la entienden como su forma de vida. Por mí, que se aplique lo del “cambio” que tanto ha pregonado estos días y se vaya a su casa, que en el PP hay banquillo de sobra. Eso sí, que los socialistas no se ceben con Arenas, que su número dos, Óscar López, también ha hecho un ridículo tras otro como candidato en Castilla y León.

La corrupción no importa… tanto. Sí, el PSOE se ha dejado 700.000 votos, pero le han votado más de un millón y medio de andaluces, probando una vez más que da lo mismo que se gasten el dinero de los parados –en la región donde más hay-  en coca y putas. En Valencia también saben de lo que hablo con esto de votar a corruptos.

La ley electoral es una estafa. Lo digo y lo diré siempre que haya elecciones. En las generales del 20N, los filoetarras de Amaiur obtuvieron siete diputados con algo más del 1% de los votos, o el BNG, que ni siquiera llegó al 1%, logró dos escaños. Más sangrante resulta ver los 16 diputados de CiU con el 4%, mientras que UPyD obtuvo cinco con más votos. En estos comicios autonómicos, la injusticia de la ley electoral se hace evidente cuando hacemos cuentas –en números redondos- y observamos que a PP y PSOE les ha costado cada diputado unos 32.000 votos, o a IU que cada escaño le ha costado 36.000. Sin embargo, UPyD con 130.000 votos no se come un rosco, y los andalucistas, rondando los 100.000 votos, tampoco. Cosas del amigo D´Hont.

¡Comuniiiiistas!, que diría Mauricio Colmenero, el del bar Reynolds. Efectivamente y, salvo hecatombe, en Andalucía no mandará ni PP ni PSOE. Lo hará Diego Valderas con sus 11 diputados –mi amiga Rosalía entre ellos- que tendrá cogido por los dídimos a José Antonio Griñán, al menos mientras su compañero de filas –que no amigo- Alfredo no maquine contra él algo similar a lo que el propio Griñán urdió contra Diego Asensio.

Y hasta aquí mis conclusiones principales, si bien se pueden extraer otras muchas. Me despido con una reflexión; en Asturias, el PSOE ha sido el más votado, pero si PP y Cascos pactan, los socialistas no gobernarán. Y seguro que estos días escucharemos a sus líderes apostar porque gobierne la lista más votada. Pero lo oiremos de Despeñaperros pa´rriba, que en Andalucía la cosa ya está arreglada.

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