Amarga victoria del PP, dulce derrota del PSOE

Iván Gómez
Periodista
 
La hora del cambio se quedó en el cambio de hora. Es lo único que ayer protagonizaron los almerienses, que no contribuyeron lo suficiente al giro del gobierno de Andalucía. El Partido Popular de la provincia no consiguió el octavo escaño que habría acercado aún más a Javier Arenas a presidir la Junta y Amat, líder del las gaviotas almerienses, se ha quedado a las puertas de ver cumplido su último reto. Después de arrasar en las municipales de mayo del año pasado y también en las generales de noviembre, en las que consiguieron resultados históricos dejando en mínimos a los socialistas, el PP de Almería confiaba ayer en tocar techo en su nueva cita con las urnas, pero la jornada electoral se cerró con un sabor agridulce. Las encuestas se han cumplido, las más optimistas quedaron en una mera ilusión, y los populares seguirán teniendo siete escaños en el Parlamento de Andalucía.

Su victoria, con casi el 52% de votos en la provincia, fue inferior a la cosechada el 20 de noviembre (58% de sufragios) y levemente superior a la de las autonómicas de hace cuatro años (50%). Y es que el triunfo electoral del 25-M sabe a derrota porque Arenas se queda sin la mayoría absoluta y los dirigentes del PP almeriense eran conscientes ayer de que casi con total probabilidad pierden las opciones de gobernar. La marea azul se ha extendido por toda la provincia, principalmente en los grandes municipios, gracias a la movilización de la familia del PP desde el Gobierno, la Diputación y los ayuntamientos. Pero no ha tenido el final esperado. El PSOE de Almería, a la espera del voto que llegará del extranjero, pierde un parlamentario que recupera Izquierda Unida, pero ayer en la sede provincial de Pablo Iglesias era todo una fiesta. El socialismo almeriense ya empieza a ver los efectos de su renovación interna y el liderazgo de José Luis Sánchez Teruel se verá reforzado con la mejoría del resultado en relación al batacazo sin precedentes que vivieron en las generales. El 25-M se salda con un 35,26% de votos del electorado almeriense, seis puntos más que en noviembre y  cuatro menos que en los comicios andaluces de hace cuatro años. Los socialistas entienden que han logrado neutralizar en Almería el efecto Arenas y han comenzado a remontar el vuelo para alcanzar pronto a las gaviotas.

Pero si hay algún ganador en la provincia no es otro que Izquierda Unida. La formación que lidera Rosalía Martín ha conseguido el 7% de los votos, dos puntos más que en las generales del 20-N y cuatro más que en las andaluzas de 2008. Los comunistas vuelven a tener un parlamentario en el Hospital de las Cinco Llagas, una cita con el plenario que no tenían desde la legislatura de 1996. El partido de Rosa Díez (UPyD) ha experimentado un crecimiento y ya está en casi 8.000 votos, pero no es suficiente para aspirar a un escaño. Equo salda su primera cita con las andaluzas con 1.239 votos, 2.530 el PA.

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