Campaña sin ambiente electoral

Teleprensa

Editorial

Una vez más ganará la abstención en las elecciones autonómicas del próximo domingo. Es una conclusión a la que fácilmente se puede llegar a falta de cuatro días y con un ambiente electoral que apenas se respira salvo por algún que otro exabrupto que unos y otros se han lanzado. Y ello, a pesar de haber venido hasta Almería los primeros espadas de los partidos. No en vano va a ser prácticamente la única comunidad en la que se van a celebrar comicios -a última hora se apuntó Asturias pero es más fácil de recorrer-. A pesar incluso de que se juegan mucho los dos principales rivales.

La sensación de estar en campaña apenas la perciben los medios de comunicación y porque, a pesar de los recortes en publicidad, estamos obligados a contar como discurre. El ciudadano de a pie apenas está siendo consciente de ello. En esta ocasión ni se le ha incomodado con la ruidosa megafonía que en otros comicios recorre las calles de las ciudades pidiendo el voto. La campaña apenas se ha centrado en pequeños mítines -se están dando cifras de hasta 400 personas para escuchar a Griñán, quien se la juega en las filas socialistas- que en la mayoría de los casos están concentrando a militantes activos y están sirviendo más para autoestima que para petición de voto dado que al que milita poco hay que hacer para convencerle de a quien votar o de la necesidad de hacerlo.

Por contra, el turbio asunto de los Eres, con un exdirector general de Trabajo ya en la cárcel y un chófer que ha sacado la manguera para mojar en este enredo a cargos institucionales y políticos socialistas, además de la sentencia condenatoria al expresidente de Baleares Jaume Matas, que compartió Consejo de Ministros con Arenas y Rajoy en otros tiempos, nos tiene a todos absorbidos, porque en ambos casos lo hasta ahora conocido es apenas la punta del iceberg de lo que queda por rascar a nivel judicial. Con estos ejemplos en el PSOE y PP, se hace muy cuesta arriba acudir a unas urnas que ya han hablado en forma de encuestas y que dan una mayoría arrolladora a los populares. Así las cosas, lo único que está por ver es si la abstención que se augura va a favorecer más al PP o a los socialistas.