Del parking de Padre Méndez y otras charlotadas

Antonio Jesús
Soler Morillas

Cuando el Ayuntamiento de Almería se sumergió en la vorágine constructora de parkings en barrios pocos podíamos vislumbrar que deberíamos financiarlos doblemente, vía impuestos y vía "recaudación extraordinaria". Emisa, qué gran empresa municipal, es la empresa que se encargó de construir y gestionar parkings como el de Nueva Andalucía, un parking que hasta hace muy pocas semanas tenía plazas para coches vírgenes. Ningún hijo de cristiano había usado este parking a no ser que trabajara para Justicia o tuviera la mala pata de tener una causa abierta en la mal llamada "Ciudad de La Justicia" de Almería.

Aparcamiento de Padre Méndez
Pero cuando tienes un cuerpo policial que cumple con lo que su jefe le encomienda a pies juntillas, y tu problema es que los "malEducados" conductores de Nueva Andalucía tienen la fea costumbre de no aparcar en tu "negocio", es fácil la Reeducación por el Artículo 23, "tu harás lo que me salga a mi de los h... o pagarás por ello".

Me pongo en situación. Una reunion con los poesitos funcionarios encargados de perseguir el delito y de hacer cumplir la ley: "A ver chicos/as, que el parking que tenemos flamante y que cuesta una pasta no se sostiene, tenemos que hacer cumplir la ley (risas...); pues eso, que a ver qué se creen éstos que van a aparcar gratis en Nueva Andalucía, teniendo un parking vacío, a pasear la porra, la pistola y la libreta, que los vamos a meter en cintura, bueno, en el parking".

Reflexión: Si a esto le unes que la ultima hornada de policías locales ha salido más chula de lo normal, es decir muy chula -bueno, digamos "con Extra de Chulez"-, tenemos que encima disfrutan libreta en mano, y es entonces cuando me da por pensar que cuando ponen "Ausente" en ese papelico amarillo estoy casi seguro que a lo que se refieren es a su inteligencia.

Unos meses mas tarde, después del acoso a las calles aledañas al parking de Padre Méndez, no hay resultados, y algún político de turno tiene una feliz idea: "¡Coño, y si ponemos todas las calles de zona azul, un bote de pintura y cuatro cajeros, tol mundo a pagar se metan o no en el parking!" (Aplausos). No importa que los acosados seamos los propietarios de un negocio, los residentes o que con esta política los clientes huyan en desbandada hacia un centro comercial. El caso es que el parking se llene.

Señor alcalde, le voy a leer el futuro, gratis. Siga usted así y tendrá una zona comercial con las persianas bajadas, votos regalados a la primera papeleta que nos encontremos antes de la urna, excepto la de su partido, y un parking vacío.

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