Mónica Ureta
Periodista
Una de las novedades de las encuestas es que se confirma que, aunque los andaluces siguen siendo más de izquierdas, ya no temen a un gobierno del PP. Javier Arenas, candidato popular, basa buena parte de su campaña en proclamar a los cuatro vientos que el "único miedo" que percibe en la calle es que no cambie nada el próximo domingo. La estrategia socialista, sin embargo, consiste en hacer el peor retrato del PP, un partido que, a su juicio, traerá un retroceso social. Ayer, penúltimo día de campaña electoral, el PSOE recurrió al miedo desempolvando el maltrato a Andalucía de los ocho años de Gobierno de Aznar.
El presidente de la Junta y candidato socialista, José Antonio Griñán, avisó de que la derecha que ahora ofrece el cambio en Andalucía es la misma que durante ocho años de Gobierno de Aznar y con Arenas de ministro "se olvidó de 400.000 andaluces" y miró a esta tierra con "desprecio y superioridad". En un acto público en Cabra (Córdoba), insistió en que los que ofrecen el cambio en esta tierra son los mismos que llegaron el 20 de noviembre a La Moncloa "mintiendo" y que durante ocho años no le dieron absolutamente nada a esta tierra. Los socialistas andaluces ponen el acento en la gestión de Rajoy para advertir a los votantes de que Arenas imitará el tijeretazo social. Griñán ironizó con que Arenas se dedique a traer ministros a Andalucía que, como "agoreros", solo dan "malas noticias", como el despido de empleados públicos, que se paralizará la Ley de Dependencia, el copago o que se recurrirán las oposiciones de profesor, enumeró.
Griñán no es el único socialista que pone en alerta a los andaluces sobre un posible mandato del PP. Muy polémicas fueron las declaraciones del expresidente de la Junta Manuel Chaves, que dijo el miércoles en Málaga que la "salud de la vida democrática en España está en peligro si el PP andaluz gana las elecciones". Arenas no mencionó a Chaves -tampoco nombra nunca a Griñán-, pero aseguró que la "esencia" de la democracia es "la alternancia" y que las elecciones "nunca son un peligro". En Jaén, donde se reunió con autónomos, colectivo que para el PP es una prioridad, el líder popular lamentó que algunos dirigentes socialistas sufren "destemplanza" ante la cercanía de las autonómicas. "Mientras que algunos quieren que hiervan las calles, yo quiero que hiervan las urnas", apuntó Arenas, quien consideró "muy triste" recurrir al miedo. "No me gustan los mercaderes del miedo", sentenció.
Los socialistas hacen cálculos sobre un posible gobierno de coalición con IU si el PP no logra la mayoría absoluta. Sería el escenario más optimista para el PSOE. Griñán volvió a dar por hecho de que él estará en San Telmo, pero trazó las líneas rojas de un hipotético pacto con IU: el programa de gobierno deberá ser "realista", porque no se trata de combatir el sistema, y no se endeudaría por encima de sus posibilidades, puntualizó.
El presidente de la Junta y candidato socialista, José Antonio Griñán, avisó de que la derecha que ahora ofrece el cambio en Andalucía es la misma que durante ocho años de Gobierno de Aznar y con Arenas de ministro "se olvidó de 400.000 andaluces" y miró a esta tierra con "desprecio y superioridad". En un acto público en Cabra (Córdoba), insistió en que los que ofrecen el cambio en esta tierra son los mismos que llegaron el 20 de noviembre a La Moncloa "mintiendo" y que durante ocho años no le dieron absolutamente nada a esta tierra. Los socialistas andaluces ponen el acento en la gestión de Rajoy para advertir a los votantes de que Arenas imitará el tijeretazo social. Griñán ironizó con que Arenas se dedique a traer ministros a Andalucía que, como "agoreros", solo dan "malas noticias", como el despido de empleados públicos, que se paralizará la Ley de Dependencia, el copago o que se recurrirán las oposiciones de profesor, enumeró.
Griñán no es el único socialista que pone en alerta a los andaluces sobre un posible mandato del PP. Muy polémicas fueron las declaraciones del expresidente de la Junta Manuel Chaves, que dijo el miércoles en Málaga que la "salud de la vida democrática en España está en peligro si el PP andaluz gana las elecciones". Arenas no mencionó a Chaves -tampoco nombra nunca a Griñán-, pero aseguró que la "esencia" de la democracia es "la alternancia" y que las elecciones "nunca son un peligro". En Jaén, donde se reunió con autónomos, colectivo que para el PP es una prioridad, el líder popular lamentó que algunos dirigentes socialistas sufren "destemplanza" ante la cercanía de las autonómicas. "Mientras que algunos quieren que hiervan las calles, yo quiero que hiervan las urnas", apuntó Arenas, quien consideró "muy triste" recurrir al miedo. "No me gustan los mercaderes del miedo", sentenció.
Los socialistas hacen cálculos sobre un posible gobierno de coalición con IU si el PP no logra la mayoría absoluta. Sería el escenario más optimista para el PSOE. Griñán volvió a dar por hecho de que él estará en San Telmo, pero trazó las líneas rojas de un hipotético pacto con IU: el programa de gobierno deberá ser "realista", porque no se trata de combatir el sistema, y no se endeudaría por encima de sus posibilidades, puntualizó.
Un día más, los candidatos tuvieron que responder sobre las corruptelas que salpican a sus partidos. Arenas dejó claro que entre "conductas individuales" como la de Jaume Matas, expresidente balear condenado a seis años de cárcel, y "tramas institucionales" como los ERE hay "una diferencia abismal". Griñán admitió en la Ser que "durante bastante tiempo en la Dirección General de Trabajo ocurrieron cosas anormales", pero defendió la actuación de la Junta ante la justicia. Hoy acaba la campaña. Griñán, que ayer no coincidió con Carme Chacón en Castilblanco (Sevilla), cierra en Sevilla con Alfredo Pérez Rubalcaba y Felipe González. Arenas también cierra en Sevilla, con Rajoy.
(El Correo de Andalucía)
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