Patricio Gutiérrez, Defensor del Telespectador

Antonio Torres

Director de RTVA en Almería

La figura del Defensor del Lector o Defensor del Telespectador procede de la Constitución Sueca que la estableció en 1809 para dar respuesta inmediata a los ciudadanos ante abusos de difícil solución. En diversos idiomas se haga referencia a su nombre en sueco Ombudsman, una figura que se instituye en los periódicos para garantizar los derechos de los lectores. En un periódico de Kentucky (Estados Unidos) se creó esa figura en 1967. En España el primero que lo implantó fue El País en 1995 con el desaparecido Ismael López Muñoz. El Ombudsman carece de responsabilidades ejecutivas en la estructura del diario, y posee facultades para realizar internamente las investigaciones que estime pertinentes para aclarar las quejas de los lectores. Está amparado por un estatuto que le garantiza su independencia laboral y profesional. La primera televisión y radio autonómica europea que implantó la figura de Defensor del Telespectador y del Oyente fue RTVA (Canal Sur) con la periodista María José Sánchez Apellániz (Sevilla, 1958). "El defensor promoverá la educación de los usuarios de la televisión pública andaluza y atenderá todas las demandas", filosofía que mantuvo. A TV3 llegó dicho cargo varios años después mientras TVE la puso en funcionamiento posteriormente con el cargo de Defensora del Espectador, Oyente y Usuario de Medios Interactivos de la Corporación RTVE, con la prestigiosa y veterana Elena Sánchez (Madrid, 1957), quien ocupa el puesto desde 2009. En el ámbito de las televisiones privadas destaca la frustrada iniciativa de Antena 3, que en 1997 designó a Consuelo Álvarez de Toledo Defensora del Espectador. El cargo despareció tras la controvertida salida de esa cadena de la estrella mediática de aquellos tiempos Pepe Navarro. Por primera vez en la historia de los medios españoles, El Periódico de Catalunya cuenta con el cargo de Defensora de la Igualdad. Su línea periodística aparece en nuestro libro Mujeres de palabra, editado por el Instituto de Estudios Almerienses (2011).

El Defensor del Telespectador de Cana Sur, Patricio "Pachi" Gutiérrez (Tánger, 1958), es un comprometido periodista por la libertad. Lleva en ese puesto desde el año 2000 y no para de atender sugerencias y denuncias. Argumenta por la capacidad de afrontar la transformación del medio y, por lo tanto, del mensaje. "Decir esto en el año del centenario del nacimiento de Mc Luhan", afirma Gutiérrez, "puede resultar pedante, pero parece que es un hecho muy relevante. Las nuevas tecnologías, las redes sociales, la capacidad multimedia de los grandes grupos de comunicación y el falso aserto de que los nuevos medios se pueden hacer con menos periodistas gracias a la nueva disponibilidad tecnológica nos obligan a todos a repensar y reivindicar nuestro papel en una sociedad democrática". En estos momentos de paro y futuro incierto en la profesión, como en otros sectores, pregunté a Gutiérrez cuántos ciudadanos le habían mostrado su preocupación por el cierre de medios: "No, nadie ha preguntado. Hay medios que cierran su formato habitual para reinventarse en Internet y para ello, craso error, prescinden de buena parte de la plantilla profesional que tienen, con lo que la calidad de ese medio virtual no está asegurada. En España los grandes grupos mediáticos están prescindiendo de sus periodistas más veteranos a favor de los más jóvenes con contratos más baratos y precarios. Esos periodistas que van al paro atesoran una experiencia y una capacidad de tratamiento de la información que, aunque sólo sea por edad, merece la pena tener en cuenta. En el mundo anglosajón esto sería impensable".

El pasado jueves los periodistas salieron a la calle. En As, Joseph Pedrerol hace autocrítica: "Esta semana ha servido para que muchos de nosotros entendamos mejor esta profesión plagada de fantásticos periodistas, de mediocres envidiosos, de vagos acomodados y de funcionarios de la escritura, el micrófono o la cámara. Aprovecho esta tribuna para defender la práctica del periodismo libre con el único límite que marca la honestidad…".

El troll
Un troll evoca la idea de "morder el anzuelo". Es un vocablo de Internet que describe a una persona que sólo busca provocar intencionadamente a los usuarios o lectores, creando controversia, provocar reacciones predecibles, especialmente por parte de usuarios novatos. Puede ser más o menos sofisticado, desde mensajes groseros, ofensivos o fuera de tema, sutiles provocaciones o mentiras difíciles de detectar, con la intención en cualquier caso de confundir o provocar la reacción de los demás, según Wikipedia.

No dejarse amedrentar
El País dio a conocer el pasado domingo el nombramiento del periodista Tomás Delclós (Barcelona, 1952) como nuevo Defensor del Lector en sustitución de Milagro Pérez Oliva. Esta profesional independiente, con la que colaboramos en anteriores etapas profesionales, y con larga trayectoria, publicó en diciembre de 2011 uno de sus artículos que arrancó con un párrafo soez, obligada por los improperios lanzados por unos mal educados, profesionales del odio que utilizan las nuevas tecnologías para que el odio les de oportunidades a sus pobres vidas. Subrayó que su periódico no se deja amedrentar por quienes le acusan de censura: "Iñaki, hijo puta". "Me voy a hacer una paja, ahora vengo". Eran entradas cortas, ni siquiera las más virulentas, y podían leerse entre los comentarios que seguía al vídeo de Iñaki Gabilondo en elpais.com. ¿Puede permitir este diario que uno de los periodistas más respetados de este país sea tratado de este modo en sus páginas? Creo que no.

"Me meo en vuestras igualdades, ahora mismo me voy a que me dé un masaje una amiga que está como un tren y a la que después pondré a cuatro patas, mientras vosotras seguís amargadas hablando de tonterías. Y si hoy con suerte matan a alguna lagarta que se quería quedar con el piso del exmarido, me abriré una cervecita para celebrarlo". Este comentario, sobre el que me advirtió Gema Solanas, se publicó en el blog colectivo de Mujeres y es solo una muestra del tono que tratan de imponer los muchos trolls (provocadores) que frecuentan ese espacio".