Juan Folío
La Opinión de Almería
La crisis económica no tiene límites. Hoy se ha sabido que José María Rossell Recasens, el propietario de la cadena de Hoteles Playa, en cuyo accionariado, además del propio empresario (63,6%), participan Cajasol-Banca Cívica (20%) y Unicaja (14,9%), ha decidido para el próximo día 9 de abril echar el cierre del hotel Playaluna, ubicado en Roquetas de Mar.
Según informa el diario Expansión, el cierre se debe a un problema con el propietario del inmueble, Apartamentos La Media Luna, empresa participada al 50% por Cajamar, que ha llevado a los juzgados a José María Rossell por impago del alquiler. La reclamación es de cinco millones de euros por los alquileres de los cuatro trimestres de 2011. La sociedad propietaria del inmueble ya ha ganado el juicio en el Juzgado de Primera Instancia Nº 3 de Roquetas de Mar, según sentencia de 16 de enero de este año, que obliga a Grupo Hoteles Playa a satisfacer el alquiler del primer trimestre de ese año, que asciende a 328.548 euros.
El cierre afectará a 55 trabajadores. Según fuentes sindicales, la gerencia ha tenido ya varias reuniones con los trabajadores, 14 de ellos indefinidos y 41 de carácter fijo-discontinuo, después de no haber conseguido alcanzar un acuerdo, de forma que este extremo ha obligado a la sociedad a presentar un expediente de regulación de empleo de carácter extintivo sobre toda la plantilla.
Los sindicatos esperan que Rossell plantee fórmulas de viabilidad tras el cierre de este hotel de cuatro estrellas confort que fue abierto en 2002 y que, junto al Hotel Playacapricho en Roquetas de Mar -de cuatro estrellas gran confort-, era uno de los que más público recibía a lo largo del año en la localidad almeriense.
Hoteles Playa, según Expansión, lleva dos ejercicios en números rojos y aunque logró reducirlos en 2010, sumó unas pérdidas de 7,7 millones de euros. En 2009 las pérdidas fueron de 11,1 millones de euros. La cadena factura al año 113 millones de euros.
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