Se admiten apuestas

Ignacio Ortega
Militante socialista

N. de la R.: No todo es alegría entre la militancia socialista. Desde su perfil de Facebook el cualificado militante social.ista Ignacio Ortega muestra las cosas que no le han gustado de esta campaña.

¡Ya pasó el susto! Nadie duda de que este partido ha dado más de lo que podía dar. Muchos militantes y simpatizantes se han dejado la piel por el partido, hasta la extenuación. Cada uno desde su compromiso. Hasta aquí, vale. Ahora deberá empezar la renovación interior y exterior del partido y sus militantes. Muchos militantes ni han sido convocados por la organización a participar como apoderados o interventores, ni se les ha llamado ni se les ha informado de actos sectoriales (apenas los ha habido) y mítines. ¡Suerte que los medios de comunicación almerienses informan! La organización electoral ha brillado por su ausencia. Muchos militantes se han sentido excluidos o ninguneados. Si le apetece al Comité de Campaña de la municipal le doy la relación, uno a uno, una a una. Me temo que, otra vez, la exclusión, el olvido, el pertenecer a una "familia política", el clan o el escaso desconocimiento de lo que es una organización política (sírvase a placer) ha formado parte de la escasa repercusión organizativa y electoral que la agrupación municipal ha tenido en la capital.

Sectores sociales de la capital (vecinales, ONGs, educativos, sanitarios, etc.) han quedado huérfanos de la presencia de nuestros candidatos en actos sectoriales. ¿Deficiente organización, incapacidad de movilización...? Es evidente que todo esto tiene una responsabilidad indudable en el resultado de la capital, por ejemplo, y por ende la provincial que el PP se ha apresurado a presentar como histórico en la provincia y la capital. ¿Servirá esta experiencia para reflexionar sobre la necesidad de profundizar que nuestro partido precisa de más democracia interna, de más generosidad política y menos clientelismo de familias adheridas a intereses personales, más o menos espurios?

Nadie debe pensar que el resultado electoral en nuestra provincia y capital sea un plebiscito para la direcciones respectivas de nuestro partido. No es eso, no es eso. Lo que sí es cierto es que el PSOE se sigue dejando en el camino el respaldo y la comprensión de miles de almerienses ante la falta de respuesta que el partido ofrece a los problemas de los ciudadanos. Muy bien ya ha pasado el fragor de la campaña electoral. Ahora tocan tiempos nuevos, regeneración, reflexión interna, conexión con los ciudadanos, vertebración y prestancia social. ¿Serán capaces la dirección municipal y provincial de sintonizar este inmenso clamor ciudadano por nuestra regeneración? Se admiten apuestas.

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