Tentadero para escolares, una provocación

Teleprensa

Editorial

El tentadero para mil escolares que el Ayuntamiento de Roquetas de Mar ha organizado en su Plaza de Toros, tal vez para remarcar su compromiso con lo taurino como ya dejó plasmado en Pleno al declarar las corridas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, no ha despertado precisamente los aplausos del público, especialmente de aquel que trabaja contra el maltrato animal.

Pues bien, más allá de estar a favor o en contra de las corridas de toros, no parece que introducir a los menores en estas 'fiestas' sea precisamente una cuestión en la que deba entrometerse una administración local. Curiosamente, hace unos meses, una pequeña escuela coral, aunque con una trayectoria de varios años -precisamente celebraba su décimo aniversario-, se quejaba del poco caso que se les hace desde la administración local, en este caso era el Ayuntamiento de Almería, al que se habían dirigido en más de una ocasión en busca de algún tipo de apoyo sin, pasados seis meses, haber encontrado ni quiera la manera de reunirse con el concejal de Cultura, que parecía no tener tiempo para ellos. O tal vez, se decía no sin cierto atino, ante la falta de fondos para apoyar ninguna iniciativa cultural, había obviado tener que recibirles, por lo que se preguntaba para qué era necesario este edil y que muy bien se podría ahorrar una concejalía si no hay dinero para actividades.

Es decir, que resulta bastante paradójico que cuando se busca el apoyo de una institución, ésta te dé la espalda y cuando no requieras de sus servicios te los ofrezca sin preguntarte previamente si los necesitas para algo. Y ese es un poco el regusto final que queda con una iniciativa que muchos no comparten y para otros muchos es indiferente. La iniciativa no deja de ser una provocación en unos momentos en que la sociedad está dividida en torno a toros sí o toros no.

Ya estén de acuerdo los padres en que sus hijos vayan a este tentadero o no, lo que sí sería deseable es que cualquier actividad que se organice en el ámbito educativo parta del propio entorno y no al revés máxime cuando la iniciativa no es del agrado de todos y colisiona con diversas sensibilidades.