Javier Aureliano García
Secretario General del PP de Almería
El Parlamento Andaluz ha inaugurado su IX Legislatura con la escenificación de un pacto de sillones entre PSOE e IU, que no sólo impide gobernar al partido que recibió más votos en las últimas elecciones, el Partido Popular, sino que también significa la puesta en marcha del rodillo socialcomunista en la Andalucía del paro y de la corrupción sostenida. No parece que sea la mejor solución para los tiempos que se avecinan.
José Antonio Griñán, que volverá a ser presidente de la Junta sin haber ganado ningunas elecciones, se ha preocupado exclusivamente de asegurar su sillón y el silencio de sus nuevos socios. A la sombra del poder que viene, las reivindicaciones y peticiones de esclarecimiento de los casos de corrupción que enarboló IUCA durante la campaña, han pasado a un bien remunerado segundo plano. Debe ser muy incómodo negociar el número de consejerías, cargos y asignaciones correspondientes con quienes han tenido comportamientos sospechosos y susceptibles de investigación. Por lo tanto, pelillos a la mar y que investiguen otros.
Griñán está actuando como si en realidad él hubiera sido votado mayoritariamente por los andaluces y, centrado en ajustar cuentas con las corrientes socialistas que quisieron laminarle antes de las elecciones, sigue ignorando los problemas acuciantes de centenares de miles de familias andaluzas que tienen problemas de empleo. La falta de responsabilidad del señor Griñán se está poniendo de manifiesto estas últimas semanas, en las que su única preocupación ha sido la de diseñar y poner en marcha el rodillo PSOE-IU que inhabilite y suponga una barrera permanente a cualquier iniciativa del grupo mayoritario en la Cámara Andaluza, el formado por los cincuenta diputados del Partido Popular.
Pero al Partido Popular no lo va a parar ese rodillo. Estamos en el Parlamento, y seguimos estando en las calles de todos y cada uno de los pueblos de Andalucía. Hemos sido el partido vencedor de las elecciones y tenemos un proyecto de futuro para Andalucía que seguimos defendiendo con Javier Arenas al frente. PSOE e IU podrán plantarnos todos los rodillos que quieran, que eso no moverá un ápice nuestra voluntad de trabajo y nuestra vocación de servicio a los andaluces. Nosotros afrontamos la nueva legislatura con un ánimo de trabajo y esfuerzo, con constancia, humildad y siempre pensando en el interés de Andalucía en unos tiempos difíciles.
Mis compañeros almerienses en el Parlamento están deseando comenzar a trabajar desde su nueva responsabilidad institucional con muchas ganas de aprovechar esta oportunidad para intentar mejorar Andalucía y que no quedemos descolgados de las reformas y políticas de futuro que está poniendo en marcha con buen criterio el gobierno de Mariano Rajoy. De entrada, Javier Arenas, ha propuesto la creación de una Comisión de Cuentas Claras para acabar con la falta de claridad y transparencia que tiene el PSOE en la gestión económica de Andalucía. Griñán no ha dicho la verdad respecto de la deuda real de nuestra Comunidad y buena prueba de ello son los casi 3.000 millones que ha anunciado que va a tener que recortar, de entrada, del nuevo presupuesto. Pero a Griñán decir la verdad a los andaluces no le importa tanto como tener asegurado su sillón y su rodillo. Eso sí que es ir “por el camino seguro”, como decía su campaña.
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