Mar YustePeriodista
Parece que cada vez está más cerca la firma del acuerdo de separación entre Elena Tablada y David Bisbal. O al menos es lo que podemos intuir, con el último movimiento realizado por la ex del triunfito.
Y es que la separación entre Elena y David ha traído cola. Mensajes sesgados a medios de comunicación, malas caras, rapapolvos a la prensa… Durante estos meses se ha podido ver casi de todo. Lo que denota la tensión tan palpable entre Elena y el que, eternamente, será el ex de Chenoa.
Al parecer, según apuntan ciertas fuentes, David le exigió a Elena que abandonase la casa que ambos compartían, cuando eran pareja, en la madrileña localidad de Ciudalcampo. Una morada que pertenece al almeriense y que éste quería recuperar. ¿A cambio de qué? No se sabe con seguridad los términos del acuerdo, pero en los mentideros del corazón se mencionan cifras muy elevadas.
David no es tonto. Y sus abogados menos. Si Elena tiene la custodia de la hija que tienen en común, Ella, y esa casa es considerada domicilio familiar, Elena tendría derecho a vivir allí hasta que la niña fuese mayor. Con lo que, hasta que Tablada quisiese, David no podría recuperar el inmueble.
Así que, por la parte que le toca a Elena, David debería reconocer su buena voluntad. O, como Tablada asegura, por lo menos que la gente no tenga esa imagen equivocada de ella. Que la juzguen cómo es.
Así que Elena ha recogido todo y se ha marchado de la vivienda de David. Pero cuando decimos todo, es todo. Ha sacado hasta los colchones y las almohadas. Se la ha visto cargar un coche con diferentes objetos de decoración y muñecos de la pequeña Ella. Le ha ayudado en la mudanza su actual pareja, Daniel Arigita. De los que se dice que están pensando en vivir juntos.
Elena se ha marchado a la casa que tiene su abuela en La Moraleja. Al menos de forma provisional, mientras busca algo que alquilar o comprar. Para ello, dicen, que le ha pedido a David que le de 600.000 euros y, a cambio, Elena cedería en el régimen de visitas de Ella. Aunque Elena lo niega en su perfil de Twitter. Todo se verá, pero lo cierto, es que Tablada ha tenido que abandonar la casa de Bisbal antes de lo que hubiera querido.
(El Semanal Digital)
Y es que la separación entre Elena y David ha traído cola. Mensajes sesgados a medios de comunicación, malas caras, rapapolvos a la prensa… Durante estos meses se ha podido ver casi de todo. Lo que denota la tensión tan palpable entre Elena y el que, eternamente, será el ex de Chenoa.
Al parecer, según apuntan ciertas fuentes, David le exigió a Elena que abandonase la casa que ambos compartían, cuando eran pareja, en la madrileña localidad de Ciudalcampo. Una morada que pertenece al almeriense y que éste quería recuperar. ¿A cambio de qué? No se sabe con seguridad los términos del acuerdo, pero en los mentideros del corazón se mencionan cifras muy elevadas.
David no es tonto. Y sus abogados menos. Si Elena tiene la custodia de la hija que tienen en común, Ella, y esa casa es considerada domicilio familiar, Elena tendría derecho a vivir allí hasta que la niña fuese mayor. Con lo que, hasta que Tablada quisiese, David no podría recuperar el inmueble.
Así que, por la parte que le toca a Elena, David debería reconocer su buena voluntad. O, como Tablada asegura, por lo menos que la gente no tenga esa imagen equivocada de ella. Que la juzguen cómo es.
Así que Elena ha recogido todo y se ha marchado de la vivienda de David. Pero cuando decimos todo, es todo. Ha sacado hasta los colchones y las almohadas. Se la ha visto cargar un coche con diferentes objetos de decoración y muñecos de la pequeña Ella. Le ha ayudado en la mudanza su actual pareja, Daniel Arigita. De los que se dice que están pensando en vivir juntos.
Elena se ha marchado a la casa que tiene su abuela en La Moraleja. Al menos de forma provisional, mientras busca algo que alquilar o comprar. Para ello, dicen, que le ha pedido a David que le de 600.000 euros y, a cambio, Elena cedería en el régimen de visitas de Ella. Aunque Elena lo niega en su perfil de Twitter. Todo se verá, pero lo cierto, es que Tablada ha tenido que abandonar la casa de Bisbal antes de lo que hubiera querido.
(El Semanal Digital)
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