La renuncia

José Fernández

Periodista

Entre el barrunto analítico de los resultados de las elecciones andaluzas y el sahumerio cofradiero tan minuciosamente reflejado en los medios estos días, se nos ha pasado por alto una noticia reciente que, tanto por su singularidad como por su significado, merece algo más que una breve reseña informativa. Les hablo de la renuncia del diputado del PSOE por Almería, Luis López, que ha devuelto su acta en el Congreso confesando "no sentirse útil" en su papel en la Cámara Baja.

En unos tiempos dominados por todas las formas de la apropiación y acumulación de patrimonios, bienes y responsabilidades, sorprende este ejercicio de generosidad, honestidad y coherencia. Y mucho más, si tenemos en cuenta que el discurso político actual no encuentra concordancias entre las palabras "renuncia" y "política". Incluso desconociendo si tras este abandono voluntario se esconden razones y motivos propios de la dinámica pellejera y navajera que rige buena parte de las relaciones internas de los partidos políticos, hermandades, clubes de fútbol, sindicatos, patronales, comunidades de propietarios y cualquier otra forma de colectivo humano, voy a obviar esta posibilidad para quedarme con el hecho enaltecedor y magnífico de esta salida elegante y digna, por lo que de enseñanza y ejemplo tiene.

Que una persona que ha dedicado 25 años a la vida pública como alcalde de Vélez Rubio, parlamentario autonómico y delegado de la Junta, se levante de la mesa y diga que muchas gracias, pero que "no todo el mundo vale para todo", es digno de aplauso. Pocas veces empequeñecer la tarjeta de visita ha engrandecido tanto una biografía.