Luis Solana
Promotor de Nuevas Tecnologías
Voy a aprovechar que estos días no lee casi nadie nada para escribir sobre los medios de comunicación: los medios de comunicación no terminan de entender los nuevos medios de comunicación. Es curioso pero es así: los mejores y mayores sistemas inventados para que las personas se comuniquen entre sí no entienden que esas personas se están empezando a comunicar de otra manera. Y hay enfados y hay peticiones de apoyos económicos caritativos y hay miedo. La industria de la información tiene miedo. Pero esto pasa en muchas profesiones y muchas actividades económicas, culturales, políticas y todo lo que a ti se te ocurra. Pero hoy sólo una industria tiene un gran miedo: el de la comunicación.
Que nos enteremos de que el periódico Público ha fracasado nos duele a muchos, pero era un desastre anunciado desde su creación. Que leamos entre confidencial y confidencial que El Mundo anda viviendo de mala manera o que El País tiene agobios de oxígeno financiero no me sorprende en absoluto: todos ellos se han creído que estaban en la era de Gütenberg y estaban en el tiempo de Steve Jobs (¡el Papa le canonice cuanto antes!).
Pero los que superviven todavía tienen tiempo de meditar qué hacer y cómo hacerlo. Lo que tienen que tener muy claro es que haciendo lo que hacen no van a llegar muy lejos en el tiempo. La primera meditación que deberían tener todos los dueños de medios de comunicación es la siguiente: ¿qué está pasando en el mundo de las tecnologías de la información? Porque un periódico, una emisora o una TV son parte del mundo de la información y, si no se enteran de lo que pasa en ese mundo, no se enteran de nada de su futuro.
¿Y cuáles son las claves del mundo de la información? 1º, la integración de soportes; 2º, la dificultad de que alguien pague. ¡Para retirarse! Pero lo curioso del caso es que la mayoría de los grupos de comunicación tiene todos los soportes en su mano: prensa, radio, TV y hasta internet (malamente). ¿No hay nadie que decida unificar todos los soportes? La noticia es la noticia, el público es el público, el soporte con el que llegas hasta el interés de los ciudadanos debe ser indistinto. Pues las empresas de comunicación no lo aceptan.
El problema (después de aceptar la teoría) es cómo se hace rentable esa información. Vamos por partes.
La prensa. La prensa soporte papel tiene un futuro sólo para élites y a precios importantes. Minimalismo es el futuro de lo de antes, lo mundial tiene que ser gratis.
La radio. La radio es la única que puede sobrevivir en este mundo de la red porque (en principio) no compite. Pero también tiene que andar muy cuidadosa con los costes.
En cualquier caso los tres soportes tienen que tomar una decisión: nadie puede sobrevivir si no está en los tres y en la red. La cuestión es compleja, porque hacen falta otro tipo de periodistas. Lo he dicho y lo repito aquí: no bajéis más el sueldo a los periodistas, buscad otro tipo de periodista.
La información siempre ha existido y siempre existirá, pero no me parece mala idea pensar unos minutos en el sector en estos días de asueto. Igual hay algún periodista que lee esto y medita conmigo.
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