Pepe Fernández
Periodista
El arranque de la Feria de Abril de Sevilla ha sido algo así como un manto que ha ocultado lentamente una gran pesadilla política y personal del ciudadano Antonio Fernández. La imaginaria pirámide de los EREs de la que sospecha la Magistrada Alaya ha empezado a resentirse por una de sus tres esquinas básicas. Encarcelado de madrugada por la juez Mercedes Alaya tras hacer caso a la Fiscalía Anticorrupción y a los abogados del PP y del sindicato ultraderechista Manos Limpias, Fernández fue llevado a una celda aislada de Sevilla 2.
El exconsejero Antonio Fernández, entrando en el furgón policial camino de la cárcel |
El PSOE acababa de ofrecer su primer gran sacrificio a la regeneración de la vida pública. Nunca antes ningún consejero de la Junta sufrió en carne propia la pena de cárcel por haber gobernado una Consejería del ejecutivo autonómico. Claro que la decisión de meterle en prisión vino a evidenciar, aún más, como se juzga de forma diferente según los colores de la política circundante. Jaume Matas, por ejemplo, está condenado en firme y anda suelto por las calles y con una veintena de procedimientos abiertos por la Justicia Balear. Fernández ha cometido seis delitos, supuestamente, frente a los veinte del ex presidente y ex ministro de Jose Maria Aznar. Y así son las cosas, dependiendo del ardor judicial que cada magistrado ponga en los asuntos que toque. Una circunstancia, la de Matas, que ha bajado decibelios a las manifestaciones del PP tras el decreto de prisión provisional de Fernandez. A IU se le ha puesto cara de responsables gobernantes, midiendo muy bien las palabras, sin salirse de la coherencia y el pragmatismo con sus socios. En el PSOE el luto va por barrios. Gaspar Zarrías ha sido el único en salir a dar la cara por el pobre Antonio.
Aquella madrugada del lunes al martes del pescaíto sevillano, y en un gesto que el destino politico recuerda que no está mal pensado poner sobre la mesa de IU el cadáver calentito de un alto cargo de la familia del novio, para que sepan con quien se van a juntar en el futuro Consejo de Gobierno, pero sobre todo para que lo sepan los 6.000 militantes de base con derecho a votar el mismo día 24, con Fernandez de cuerpo presente y noqueado en prisión. Porra dentro o porra fuera, esa es la cuestión. Al final, visto el resultado, parece que todo fue una coincidencia ya que no ha influido para nada en el abultado apoyo, casi a la búlgara, del gobierno de coalición. A pesar de Sanchez Gordillo y sus mariachis de la revolución eternamente pendiente fuera de los limites de Marinaleda, primera República Independiente de mi casa.
Como tuvo que ser la derrota moral de quien, tras mantenerse enrocado en las tesis de su defensa 40 horas, concluyó en el minuto final preguntándose lacónicamente ante el fiscal que le iba a mandar a prisión cómo podría haber evitado él todo aquel desmadre del que ha sabido en estos cuatro días de interrogatorio.
“A ANTONIO LO HAN METIO PA DENTRO”
Aquella fue una madrugada de alta tensión, donde los móviles sonaron al amanecer con la inquietante noticia: "A Antonio, Alaya lo ha mandado pa dentro…". La frase fatídica resumía la angustia acumulada durante cuatro días al conocer, casi en directo, un interrogatorio que no tienen mucho que envidiar a los policiales en lejanos periodos preconstitucionales. Jamás ningún Tribunal Constitucional iba a avalar que un instructor acorralara a un imputado y le negase, incluso, el derecho a mentir para defenderse. “Esta señora se ha cebado contra Antonio Fernandez, sabe donde hace daño y , sobre todo, cómo hacer daño”. “¡Mira que acusarle de haber barrido para su pueblo, el marco de Jerez, en las inversiones siendo Consejero! A cuanto político habría que meter pa dentro en este país, en los últimos treinta años, por ese mismo motivo”, asegura un miembro del gobierno Griñán.
A media mañana del martes, Lorenzo del Río, el presidente del TSJA, ya había recibido algunas llamadas en su celular, a titulo muy personal, preocupándose por la situación procesal del exconsejero y, sobre todo, por las circunstancias que han rodeado esta imputación que se produjo 14 meses atrás. Algo increíble y surrealista. Nadie entendía cómo se puede pensar en destrucción de pruebas por parte de quien ha tenido más de un año para hacerlo y no lo ha hecho. De lo contrario, Alaya se hubiese enterado. Alaya en su Auto parece que habla mucho de situaciones y hechos indiciarios y aporta pocas pruebas de cuanto sostiene en su acusación, al alimón con los fiscales y el PP. Ayer muchos socialistas se preguntaban por qué el abogado de Antonio Fernández - el mismo que utilizó Chaves contra El Mundo de Andalucía- no hizo valer los derechos de su defendido ante una juez subida de tono y , por lo que parece, pasándose cinco pueblos en las formas de obtener una verdad judicial en un interrogatorio.
Con Fernández en prisión qué duda cabe que a Griñan se le abre un nuevo punto de explosión en su complejo momento político. Por ejemplo a la hora de negociar nombres con IU. Una operación nada baladí porque algunos de los barajados por IU para consejeros pueden llevar la etiqueta caducada y generar un problema a medio camino. Máxime en una legislatura donde se va a poner a prueba la famosa tolerancia cero contra la corrupción por parte de IU. Griñan sabe, también, que dependiendo cuantas consejerías recorte, mayor será el porcentaje que controle IU. Así que si recorta tres y las deja en diez, a IU tiene que darle cuatro -vicepresidencia y tres consejerías- de tal forma que el PSOE pasaría a controlar de facto el 60% del ejecutivo de la Junta. Uyyy.. . Muy lejos del alcanzado con el PA a cambio de dos consejerías desde el 96 al 2000.
Fuera del control del presidente en funciones están las andanadas sistemáticas que llegan desde Madrid al bipartito, vía Montoro, a cuenta de la linea roja del déficit. Todos rezan para que Europa certifique las cuentas de Martinez Aguayo, de coincidir seria un clavo ardiendo en la encarnizada batalla por el control del déficit. Es evidente que el único objetivo de este lance es devaluar la credibilidad del adversario y dar la nota ante los Mercados.
Y ahora, para colmo, Antonio Fernández en prisión. Un hecho, al margen del drama personal y familiar, que analizado desde la perspectiva política saca al escenario nuevamente a la vieja guardia pretoriana de Chaves. Fernández fue cuota gaditana en el gobierno. Como una especie de “fuenteovejuna” en el que, uno a uno, irán desfilando para proclamar que ellos también estaban allí, dentro de la legalidad del sistema por ellos creado al amparo de la Ley. Y , de paso, alguno recordará que en el reparto de los poderes del Estado el Poder Judicial no es quien para cuestionar las leyes o normas que redacta el legislativo. Se avecina trabajo para el muy atascado Tribunal Constitucional.
Los socialistas saben que la pesadilla de los EREs no ha terminado. Más bien al contrario, acaba de empezar por la parte políticamente más mollar del monumental embrollo.
Sigo pensando que la creación de una Comisión de Investigación, auspiciada en tiempo y forma ante el Parlamento por el bipartito, no se puede convertir en un pariré de Comisión. IU se juega mucho en este envite, su credibilidad - escasa en Andalucía, por cierto- en los asuntos de corrupción. A nadie se le escapa que muchos votos emigrados del PSOE a IU lo han hecho precisamente por eso, para cortar el chorreo de la corrupción, para impulsar una necesaria regeneración en la izquierda. Por tanto, creo que se equivocan quienes consideran que IU, al calor de los mullidos sillones de San Telmo, hará la vista gorda y propiciará una faena de aliño en una operación que, en círculos socialistas, empieza a verse como una vía muy didáctica para intentar demostrar la parcialidad de la actuación judicial en el caso de los EREs. En definitiva una Comisión para frenar los ímpetus de la investigación Alaya.
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