Pablo Requena
Periodista
Mariano Rajoy tiene decidido intervenir, al menos y según fuentes gubernamentales, una comunidad autónoma. Lo dicen, entre otros, periódicos como El Mundo o el británico The Guardian en unas informaciones en las que no dan el nombre de tan “agraciado” territorio español pero si dan pistas. De hecho, aseguran que la mosca se halla entre Valencia, Castilla La Mancha y Andalucía.
Independientemente de que dicha noticia termine cumpliéndose, lo de castellanos y valencianos son dos buenos ejemplos de que “tanto monta monta tanto” PP y PSOE gobernando; décadas de ejecutivos socialistas en Toledo y populares en Valencia tienen las arcas de ambas regiones más vacías que el Andarax. Lo de Andalucía… qué les voy a contar a estas alturas de la película. Que llevamos cerca de medio siglo con gobiernos del PSOE y estamos como estamos. Pues no estaremos tan mal cuando la gente les sigue votando, que dirán algunos. Reconozco que yo mismo he realizado esta reflexión en varias ocasiones.
En efecto y tras 32 años, hay muchos “agradecidos” -sobre todo en Andalucía occidental, que es, “mayormente”, donde se queda casi toda la pela de la Junta- que no muerden la mano que les da de comer. Y alargada es la sombra de dicha mano (al que le queden dudas, que se mire otra vez los resultados de las pasadas elecciones andaluzas a pesar de males como el paro, los ERE, Ivercaria, disputas internas en el PSOE, etc.).
Retomando lo del aviso de “intervención”, ¿y si nos toca a los andaluces, cosa harto probable? Porque no me veo yo a Rajoy, salvo que no le quede otra, poniendo en el brete a Fabra o, más aún, a la omnipotente Dolores de Cospedal. Parece más factible, en cambio, que el “susto o muerte” se lo dejen a la pereja de hecho Griñán-Valderas y al déficit de las cuentas andaluzas. Espectante me tienen.
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