La Opinión de Almería
Mañana, a eso de las ocho de la tarde, Caja
Rural Castellón dejará de ser una entidad autónoma para estar integrada en
Cajamar. A las 7 y media de la tarde, en el Palau de la Festa, los
cooperativistas tienen una cita histórica. Los más de 18.000 socios dela
entidad están convocados para votar una fusión con la almeriense Cajamar. Si
votan afirmativamente, como se supone, la entidad castellonense dejará tras sí
sus ciento diez años de historia para diluirse en el grupo cooperativo ahorrador
más fuerte del país. Como se sabe, Cajamar, a través de su grupo cooperativo,
se ha unido con el grupo liderado por Ruralcaja para constituir Cajas Rurales
Unidas (CRU), la entidad líder del sector, que agrupa a la mitad del sector
cooperativo de España.
Desde Caja Rural Castellón se considera
que este proceso forma parte de un contexto de reestructuración del sistema financiero.
El presidente, Ignacio Ferrer Ros de Ursinos, considera que con la unión se
produce “una mejora de la solvencia, mayor liquidez y afrontar con garantías el
futuro en estos momentos de crisis
económica”.
La integración en Cajamar ya ha sido
aprobada por el Consejo Rector de la rural castellonense. Pero la palabra
definitiva a quien corresponde es a los 18.145 socios. Caja Rural Castellón
tiene 60.000 clientes y 20 oficinas. Su volumen de negocio alcanza los 735
millones de euros.
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