Juan Folío
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) anda estos días celebrando sus asambleas municipales para elegir delegados al congreso provincial. En la agrupación de la capital, los delegados se han repartido entre la candidatura encabezada por Pepa Requena, que ha conseguido 24 delegados, y la encabezada por Joaquín Jiménez, que ha obtenido 11. El debate más intenso, sin embargo, donde se encuentra es en las redes sociales. A modo de ejemplo, vamos a reproducir dos de los comentarios publicados en el día de hoy.
Candidatura de Joaquín Jiménez |
El primero de ellos es de autoría de Javier Menezo, que ha conseguido un puesto de delegado en la candidatura encabezada por el concejal del Ayuntamiento de Almería Joaquín Jiménez. Menezo se expresa así:
Y viendo ayer los asistentes a la asamblea de Almería me dí cuenta del enorme trabajo que le queda al partido por delante. ¿Dónde están esas clases medias urbanas y con buen nivel de formación, entre 35 y 55 años -y pongo una gran franja--, que tienen hijos de los que podrían salir futuras generaciones socialistas y, además, influir en su entorno -lo que llaman desde sus cerrados despachos salir a la calle, vamos-?
Sin atraer hacia la militancia a esa clase media urbana el partido sólo puede aspirar a lo de siempre, entre 7 y 10 concejales cada 4 años, según sople el viento, y nula o escasa influencia social. Sólo ofreciendo participación directa en la toma de decisiones, un militante un voto, listas abiertas, limitación de mandatos, podremos resultar atractivos. Queda tanto por hacer...
Otro cualificado militante, el abogado Juan Manuel Llerena Hualde, que ha ostentado diversos cargos de responsabilidad en el partido y en organismos públicos, va más alla:
Es obvio que todos los afiliados al PSOE no son iguales: hay gente muy valiosa personal y políticamente, y hay golfos e impresentables. El problema es que la organización funciona como una maquina laminadora que iguala por abajo, los mecanismos internos potencian la conspiración, el mamoneo, el intercambio de favores, y desaniman a quien trabaja, reflexiona y aporta. El partido es un ecosistema en el cual prosperan más fácilmente unas ideas y unos modos que otros.
P. ej., los dos últimos secretarios generales, Chaves y Griñán, primero fueron nombrados herederos por el emperador saliente y solo después, cuando ya controlaban Roma y las legiones, se preguntó al pueblo.
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