Juan Torrijos
Periodista
Se ha celebrado una reunión de políticos en Valencia para defender las diputaciones. No me parece mal que lo hagan. No quieren cerrar las diputaciones, no están por la labor de abordar el problema económico de las autonomías, ni siquiera de hablar de unificar pequeños municipios. Con la boca pequeña hablan de las duplicidades de funciones, pero le deben tener tanto miedo a Cataluña y al País Vasco que no se habla de reformas allí de donde viven ellos, los políticos. Con los únicos que se atreven es con los ciudadanos. Somos nosotros los que vamos a pagar los platos rotos de estos inútiles que hemos tenido y tenemos en política.
El Partido Socialista nos metió en la ruina, pero el PP no lleva camino de sacarnos de ella. Y si lo hace va a ser dejándonos el solar como si lo hubiera pisado el caballo de Atila. Los ciudadanos, bastante atónitos por cierto, estamos contemplando cómo nuestros derechos se van quedando en la cuneta. Empezando por los jubilados. Pero no vemos que lo mismo les ocurra a los que han sangrado durante los últimos años al país. Mientras no desaparezcan los privilegios de políticos, mientras se mantengan unas administraciones que se han demostrado inútiles y costosas, mientras se sigan subvencionando sindicatos y patronales, poca o nula confianza nos va a dar el actual gobierno. Y los anteriores que se callen un tiempo, que bastante daño hicieron.
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